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sábado, 22 de octubre de 2016

CIRCULAR EN EL MACIZO DE LAS ENGUINZAS

Las Enguinzas son un macizo que separa las cuencas medias de los ríos Pisueña y Miera, en plena comarca de los valles Pasiegos cántabros. Es un macizo kárstico, con el modelado típico de los intrincados karst de esta zona de la cordillera, con profundas hoyadas, dolinas, y el lapiaz en las cimas (en Cantabria llamado garma), y que dejan caricias en la piel (le dejó un recuerdo a mis pantalones.

Ya había divisado este macizo desde varias cimas, la última desde la peña Lavalle:


De modesta altura, no alcanza por poco los 1000 mts, no hay que desdeñarla, ya que eleva varias interesantes cimas rocosas sobre el fondo de los valles, con desniveles próximos a su propia altura. El macizo surge abruptamente sobre el encajonado valle del Miera, y va ganando altura, a través de una compleja orografía de hoyadas y vallecitos, hacia el oeste, donde eleva 3 esbeltas cimas por encima de los 900 mts. A este conjunto se le conoce como Peña Herrera, conformandola la Esquenta, la más alta y más al sur, el pico de los Lobos hacia el norte, y las Enguizas, con un vértice geodésico, la más al norte de las 3. Hacia el norte destaca el Castrejón, que domina el hoyo de igual nombre, y más al norte los cortados de Peña Pelada. Hacia el oeste, la sierra pierde altura de forma menos abrupta, sobre el hoyo de Noja, y a partir de aquí el relieve se suaviza hasta descender al valle del Pisueña.

Hoy, después de dos meses sin hacer montaña seria, me dirijo hacia esta sierra. Mirones es un pequeño enclave que forma parte del municipio de Miera. Para llegar a él, tomo la salida de la A8 hacia Liérganes. Tras cruzar este pueblo, dominado por las curiosas elevaciones, conocidas como "las tetas de Liérganes", continúo por la CA-260, cruzo Rubalcaba, y al llegar a Mirones, justo a la entrada, una carretera estrecha y con un fortísimo desnivel sube al barrio de la Cantolla. Aparco en su plaza, y desde allí diviso en lo alto su curiosísima iglesia


Todavía no ha amanecido, y la luz es tenue. El Argomal se asoma hacia el norte sobre las casas de la Cantolla. Cojo un sendero que va hacia la parte alta del pueblo. Creo que también se puede seguir la pista que sale de la plaza, pero da más vuelta.


En todo caso llego a la puerta de la iglesia. La pista también.


Continúo por la pista, hasta que un pequeño sendero sale a la derecha. Es fácil pasarselo, porque no está señalizado. Pero una vez visto y dentro de él, es muy fácil de seguir. 


El sendero sube atravesando un bosque de castaños y avellanos hasta llegar a estos prados. A lo largo de todo el recorrido iré encontrándome con estos prados cercados con construcciones. Estas primeras casas deben ser lo que en el mapa se reconoce como Ucabado.


El sendero continúa hasta esta casa, donde aparentemente acaba, pero fijándome, encuentro trazas de otro senderillo que sale detrás de la casa


A partir de aquí, los senderos, si es que senderos se le pueden llamar a las trazas que seguí, son eso, trazas.


Pero bueno, en peores plazas he toreado....


Remonto el vallejo hasta llegar a una alambrada. Continúo por la misma, hasta una puerta. Oigo ladrar a unos perros a lo lejos.


La puerta.


En este punto me sale un gran mastin. No les tengo miedo a los perros, pero sí respeto. Viene hacia mi y me doy la vuelta, pero tengo que pasar. Me doy cuenta que no es agresivo, y  le hablo con calma, tratando de tranquilizarle. Es amistoso y se me sube encima, pero coño, un perro de mi misma envergadura, por muy amistoso que sea, impone.


En el prado giro decididamente a la izquierda, y luego voy remontando dejando la valla de la propiedad a mi derecha. El perrazo me sigue, y aunque amistoso, llevarle a mis espaldas no me gusta nada; pero no puedo hacer nada; tratar de espantarle, seguramente hubiera sido peor.


Finalmente se baja a una abrevadero natural para beber, y me abandona. Parece que no tiene ganas de aventuras y se queda cuidando el terruño.


Continúo hacia arriba, en algunos momentos campo a través, y en otros siguiendo escuetas trazas de camino, seguramente usados por el ganado. El terreno es empinado, pero no avanzo mal. Vista atrás, hacia el vallejo que estoy subiendo. Se ve el tejado de la casa donde me salió el perro. Más abajo en el prado verde, está la casa donde termina el primer sendero "bueno".


Una vez culminado el vallejo, me meto en terreno rocoso. La garma, o lapiaz me espera. Es una zona complicada de andar. Voy buscando el mejor paso, pero es fácil tener un percance. En una de estas, me resbalé, y casi doy con una roca afilada. No hice más que rozarla, pero el filo me rasgo el pantalón.

He ganado la cresta de mi izquierda, pero no da a ninguna parte, así que sigo avanzando, cuando puedo por su filo, y sino por la vertiente contraria a la que he subido (sur). Yo creo, que si me hubiese tirado más hacia el este, una vez pasada la propiedad (lo que pasa que era avanzar en sentido contrario), hubiese terminado encontrando mejores senderos. Pero claro, eso una vez hecho el recorrido, en ese momento, parecía mala opción.


En frente de mi, hacia el norte el Argomal. La Cantolla aparece tapada por ese pitón rocoso en primer término.


Este es el terreno por el que voy avanzando. Intuyo que estoy cerca del gran hoyo de la Juntarnosa, que debiera estar al sur (a mi izquierda), pero no acabo de alcanzarlo.


Ahora sí que diviso la Cantolla, allí abajo.


Voy atravesando por terreno complicado, dejando hoyos a mi izquierda, pero sin llegar a la Juntarnosa. Al fondo, surge Castrovalnera (si no me equivoco).


Ahora sí, por fin, a mi izquierda, aparece la profundísima depresión del hoyo de la Juntarnosa.


y por fin encuentro algo "parecido" a un sendero transitable. Porque lo que vengo durante un buen rato....


Ahora voy teniendo las cosas más claras. Una vez llegado hasta aquí, la orientación debiera ser más sencilla, y el camino a transitar también (aunque finalmente no lo fue tanto).


Al fondo surgen las cotas más altas del macizo, aunque no las individualizo tan bien como me hubiese gustado.


Subo a una cota (649 mts según el IGN). Abajo veo el bosque que tendré que atravesar, y también diviso un claro camino junto a un murete de piedra que sube la ladera, para más arriba internarse en el bosque. Al fondo surge la  Esquenta, el pico de los Lobos, y más hacia la derecha, las Enguinzas.


Hoyo de la Juntarnosa. Me pareció espectacular. Un estilo a los jous de picos, pero este cubierto de prado y vegetación, a diferencia de la inhóspita roca de los Pikos. En esta ladera, en algún punto, hay una cavidad que se puede visitar (con precauciones). Yo no me plantée bajar.


Después de bajar de la cota, se presentan dos opciones. La roja, que ahora creo que sería la fácil, supone remontar la colina junto al murete, e internarse por un claro camino en el bosque. La naranja, la que yo cogí, implica ir atravesando el bosque por un camino mucho más precario. Al final me costó muchísimo superar este tramo, y salí al camino, que evidentemente es el que no decidí coger.


Justo enfrente mío, el Motejón. Hacia la izquierda de la foto, se ve el collado que voy a buscar para pasar al valle contiguo. Pero realmente había otra opción, aunque en ningún momento la vi clara. Pero ahora pienso, que si hubiese cogido el camino señalado en rojo, en algún punto, hubiera encontrado el desvío, hacia el vallecito que sube al collado entre la Esquenta y el pico de los Lobos (collado el Campón).


En la cota 649 del IGN.


Descenso hacia las majadas nombradas como Yago Ruyo.


El camino, bastante precario, se interna en el precioso bosque. Diversas construcciones en ruinas van surgiendo a los lados del mismo.



Continúo atravesando las majadas, el camino a veces es mejor


Pero en otros puntos no es más que una traza, como ahora subiendo al collado que había divisado.


La hierba muy alta, y el bosque bajo, y sobre todo el terreno, no me ayuda mucho a avanzar con comodidad.


Por fin alcanzo el collado, en zona despejada, una vez abandonado el bosque.


Y en seguida doy con la prolongación del camino rojo ("bueno"). Como digo, en algún punto de ese camino, debe estar el desvío que lleva hacia  el collado el Campon, a través del vallejo conocido como "el canalón" (fuente Mendikat). Ahora se convierte en PR bien señalizado.


Efectivamente, ahora el camino es más sencillo.


Toda esta zona tiene unos rincones.....


Y la pena es que el bosque todavía no está en todo su esplendor, pese a estar bien avanzado octubre (este año el otoño va muy retrasado).



Aquí tuve dudas sobre si seguir el PR, o intentar encontrar el camino de acceso al collado el Campón. Retrocedí, y busqué, pero ahora creo que el desvío estaba mucho antes, así que finalmente me decidí por continuar por el PR, que da una vuelta circular a todo el macizo.



Hasta dar con la Fresquera de Fiñumiga


En esta fresquera se conservaba la nieve, para ser bajada al valle durante el verano (tipo la nevera de orozco). Sin embargo, también he ledio, que la nieve era utilizada por los médicos del siglo XIX para atender a los trabajadores de las fabricas siderúrgicas y ferrerías de Liérganes.


Sea como fuere, el edificio bien merece una visita.


Fresquera de Fiñumiga


Una vez realizada la visita, continúo por el sendero balizado PR, hasta salir del bosque. A mi izquierda las peñas, que después de todo lo andado, ya deben de ser las estribaciones de las Enguinzas (efectivamente he dejado la Esquenta y el Pico de los Lobos muy atrás).


Más cabañas, construcción típica de esta zona (construcción llamada cabaña "meracha", proveniente "de Miera".


Ahora sí, vista atrás, e individualizo perfectamente las 3 dimas: Esquenta, Pico de los Lobos y las Enguinzas. El terreno invita a subir directo al evidente collado, pero por detras (no se ve), hay un intrincado lapiaz; mejor dar el rodeo por el camino.


Alcanzo un nuevo collado, entre el Castroliva (en la foto), y las estribaciones de la Enguinza. Un camino empedrado desciende hacia el valle (calzada de las peñas). Este camino fue construido para el acarreo de madera empleada en la producción de carbón vegetal que abastecía los hornos siderúrgicos de las fábricas de Liérganes y la Cavada (la fresquera de Fiñumiga también es en definitiva, una infraestructura construida en su momento, para el abastecimiento de esta industria).


Yo continúo el camino, ahora en dirección oeste. Luego volveré a este mismo lugar, para coger la calzada que me llevará de regreso a la Cantolla.


El camino se introduce en el lapiaz, una vez abandonado el PR, que se dirige hacia el hoy Castrejon, otra gran hoyada, aunque no tan espectacular como la Juntaronsa.



Vista atras; destaca el pico Castrejón.


Y al fondo surge la bahía de Santander.



Atravesar este lapiaz fuera de sendero, uffff, debe de ser cuando menos "entretenido".


Al fondo surge la Enguinza. Me queda el tramo más duro. También quizás el más complicado.



El camino empedrado da paso a un sendero mucho menos marcado, que sube la fuerte pendiente.


Alcanzo el collado (855 mts) entre el Mortirio y la Enguinza. Ante mi los pozos de Noja.


Y último tramo de ascenso a la Enguinza.


Asciendo con tendencia hacia la izquierda, buscando una canal herbosa que atraviesa la pared en diagonal.



El tramo final no es difícil, pero tiene su peligro. Es una canal con fuerte inclinación y con hierba alta, que no deja ver el terreno de debajo, y este es un peligroso lapiaz. Es fácil meter el pie en una grieta o un hoyo y hacerse bastante daño.



La canal vista casi desde arriba. Fácil, pero es un terreno que no me gusta nada de nada.


LA ENGUINZA (965 MTS).





Hacia el sur, pico de los Lobos, y la Esquenta. No estoy tan fuerte com para intentar enlazarlos hoy. Además, tengo el tiempo justo para volver a casa, que hoy toca compromiso con el crío.



La Esquenta (o Peña Herrera), es la máxima cota del macizo. Me ha quedado pendiente, así que tengo excusa para volver.


Los pozos de Noja, y el Alto de la Estraguada, que permite un acceso mucho más rápido a estas cimas (acceso desde el oeste, si bien, es más interesante la aproximación desde el este).


Se nota que es día de sur. En la cordillera hay Fohen o bollo.


La bahía de Santander. Se distingue el palacio de la Magdalena.




Y también Santoña


Y ahí abajo se distingue (no mucho), la Cantolla.


Algún girón de niebla a estas horas sobre los valles pasiegos.


Después de un buen rato en la cima, toca volver. Bajada por el mismo lugar.




Hoyo Castrejon. En seguida enlazo con la calzada de las peñas, que me llevará en n cómodo descenso a la Cantolla.


La Calzada.


El descenso es precioso, y merece la pena tomarse un tiempo para contemplar y sacar fotos, o sencillamente, disfrutar del paisaje.


Las 3 cimas, que en un principio, me había propuesta, al final sólo subí  la de la derecha.





El camino recorre preciosos enclaves.











Poco que decir. Tan solo disfrutar. Y eso que el bosque aun tiene que mejorar sus colores.


Merendera. Suelen aparecer en septiembre. Este año, estaba plagado a finales de octubre.





La calzada de piedra, que posteriormente se ha convertido en sendero, ahora se convierte a su vez en pista de cemento.





La Cantolla


Y su curiosa iglesia, que no es tal. Investigando resulta que es una casa particular, construida en un enclave espectacular. Se llamaba "hotel Paría" ú "hotel París", que de las dos formas lo he visto. No se trataba de un hotel, sino que cuando se construyó, a principios del siglo XX, se llamaba hotel a toda vivienda unifamiliar aislada. Se ha reformado hace unos pocos años, ya que parece ser que el pináculo de la torre, es una añadido de de dicha reforma.





Abandono la pista por ese sendero, ya con el pueblo a tiro de piedra.



La Cantolla


Su curiosa iglesia.... u Hotel....


En la plaza.


Este es el efecto de la Garma en mis pantalones... ufff, si me pilla la piel.


Resumen y dificultad: 11 kms de distancia y calculo unos 800 mts de desnivel acumulado, ya que hay muchos sube y bajas. La dificultad se concentra en dos tramos, la trepada final a la Enguinza, más peligrosa que difícil, por el terreno, mixto, con hierba muy alta, y el firme muy irregular, donde es fácil tropezar o pisar mal y hacerse mucho daño. El otro tramo difícil, fue al principio, a la salida del primer valle, cuando me metí de lleno en la garme sin camino definido. En todo caso, se trata de terreno más peligros que difícil.

Sali del pueblo de la Cantolla por senderos hasta llegar a la puerta del "hotel" (lo que yo creía iglesia), continué por pista, hasta que a la izquierda surge un sendero (hay que estar atento). El sendero gana altura con rapidez y va superando diferentes prados y cabañas, hasta que aparentemente desaparece al llegar a una de ellas. Por detrás de la misma siguen trazas de sendero, a veces remontando un vallecito, y un poco más arriba, y de forma más clara, ala derecha de los prados, junto a un murte de piedra. Gano un segundo vallecito, donde llego a otra propiedad, en este caso con una valla alta (creo que electrificada, o aparentemente lo estaba); aquí me salió el perro. Bordeo la propiedad, y subo este vallecito por la izquierda (hasta aquí venía por la derecha). Llego a una valla, y cambio totalmente la dirección, hacia el este (hasta ahora venía con tendencia oeste). Supero la valla, y subo rápido a por la cresta. Aquí creo que sería mejor continuar hacia el oeste, y continuar por la vertiente opuesta (sur). Yo voy ganando la amplia cuerda más bien por el norte, aunque en algún punto por lo más alto. El terreno es garma, complicado de transitar, pero fácil en definitiva. Continúo por este terreno hasta llegar a una cota sobre el hoyo de la Juntarnosa. Desciendo al collado, dos opciones, camino de la derecha, que sube la colina en fuerte ascenso, para introducirse por arriba en el bosque, o continuar por otro camino menos claro que se introduce en la parte baja del bosque. Elegí la segunda, aunque ahora creo que sería mejor la primera. Salgo del bosque y gano un evidente collado por trazas de sendero en fuerte pendiente. Ahora enlazo con el PR, que sigo sin problemas, en descenso, pasando por la Fresquera de Fiñumiga, hasta salir del bosque. Nuevo ascenso hasta el collado donde se enlaza con la Calzada de las Peñas que posteriormente me bajará a la Cantolla. Sigo a la izquierda, y abandono el PR que va por el hoyo Castrojon, y continuo, primero por camino evidente, y luego ya por sendero, en dirección SW, ganando diferentes escalones de lapiaz, hasta llegar a la base de la Enguinza. La subida final se supera por una no muy evidente canal herbosa, fácil aunque peligrosa por el terreno mixto, alta hierba, y base muy irregular, que me hizo dar más de un traspiés. Vuelta por el mismo camino, hasta el collado indicado anteriormente, donde enlazo con la calzada, que más adelante se convierte en sendero, y luego en pista cementada que me deja en las inmediaciones de la Cantolla.

Croquis del recorrido sobre mapa del IGN


Primera salida en este interesantísimo macizo, que salvando las distancias, me recuerda muchísimo a mi venerada Itxina. Hay que hacer nuevas incursiones e investigar más, porque creo que lo merece. Que no engañe la altura. El hecho de no alcanzar los 1000 mts, creo que es encdótico, y las cimas que eleva, así como todo el entorno, tienen un fuerte carácter montañero.

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