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sábado, 22 de julio de 2017

GOTHARD PANORAMA EXPRESS: DE LUZERNA A LUGANO

Hoy abandonamos Luzerna. Han sido 5 días intensos, recorriendo centro y norte de Suiza. Hoy nos dirigimos al sur. Cuando planifiqué el viaje, decidí hacer esta etapa entre Luzerna y Lugano, en el Gothard Panorama Express, un tren panorámico. Para ir en estos trenes es obligatorio reservar, y la reserva cuesta, pese a nuestro pase. Si no lo hubiera reservado hubieramos hecho exactamente lo mismo, aunque hubiesemos podido coger un tren más directo,  no hacer trasbordo en Bellinzona. Personalmente, creo que no merece la pena, pero bueno, es una opinión.

El viaje tiene dos partes, una primera en barco entre Luzerna y Fluelen (que se puede hacer sin reserva), y la segunda  de Fluelen a Bellinzona, donde ya cogimos el tren normal a Lugano.

Despedida de Luzerna, y del Monte Pilatus


El el barco, el Stadt Luzern. Ahora toca despedirse de Luzerna.


El barco.


Navegación. Nos despedimos del Pilatus.



hacia la orilla contraria. El monte Rigi. Esta excursión nos quedó pendiente.


Los pistones que mueven las ruedas del barco. Este barco data de los años 20 del siglo XX. Ha sido restaurado, pero guardaba el encanto de los antiguos barcos de vapor.


Eva con una foto del barco, que le sacó al capitán, o a alguien de la tripulación.


Navegación. El primer día cogimos el brazo del lago que va al sur, a Alpnachtd. Hoy navegamos en dirección este.


Weggis. Primera parada.


Vitznau. De aquí salía el tren que sube al Monte Rigi.



Beckenried



Al fondo del lago, dominando la ciudad de Brunnen, el Grosser Mythen. Pese a no alcanzar los 2.000 mts, impresiona.



Alejándonos de Beckenried, dominado por el Buochserhorn.


Navegación. Hacia el este, el fondo del lago, dominado por el Grosser Mythen y el Kleiner Mythen a su izquierda.



Treib


Campana del Stadt Luzern.



Llegamos a Brunnen, con el impresionante Grosser Mythen sobre ella.



Ultimo tramo de la travesía, ahora en dirección sur. Hemos recorrido la totalidad del lago de los 4 cantones.


Rutli


Dejando atrás los dos mitos.


Y avanzamos hacia Fluelen, y pareciendo que se cae sobre nosotros, Balmeten.




Otro que parece custodiar Fluelen, el Gitschen que cae casi a plomo sobre el lago.


Y al fondo el Uri Rotstock, de casi 3000 mts, y a su derecha el Schlieren, parcialmente oculto por las nubes.









Unos actores que se subieron al barco.


La capilla de Tell (Guillermo, supongo).


Ya falta poco para Fluelen.


Fluelen

Y del barco a la estación.




El viaje en tren hasta Bellinzona, me pareció aburrido. No saqué apenas fotos. Contaban la historia de la construccion del tunel del Gotardo, que atravesaba los Alpes, y unía el norte de Italia con el centro de Suiza. No lo contaban en Español, pero entre el inglés y el italiano me enteré de algo.


Y de Bellinzona a Lugano. Llegamos a la que probablemente sea la más mediterranea de las ciudades suizas. Nada más llegar, la torre de la catedral de San Lorenzo nos saludo con el fondo del Monte Bré.


Nuestro hotel, en la zona conocida como Castagnola, un poco lejos del centro, pero con autobús al lado. Y vistas al lago, tapadas por esa villa, pero también bonitas.


Como tenemos tiempo, bajamos a la ciudad, aunque no al centro. Desde la orilla del lago, el otro gran monte que domina la ciudad, el monte San Salvatore, conocido como el pan de azúcar de Lugano (por su cierto parecido con el archiconocido de Rio).






Y como los días son largos, decidimos subir al Monte Bré. Un funicular salva el desnivel. Este no entra en el paso del STP, pero nos hacen descuento del 50%. Y Danel no paga.

El funicular tiene dos tramos. El primero, que es automático, y no se paga, y el segundo, donde ya hay control.




Cima del monte Bré.


Y vistas sobre el lago.



Como está anocheciendo, y aun queda rato para la bajada del último funicular, nos quedamos a cenar en el restaurante.


Preciosas vistas.


Y la pena el atardecer, que fue un poco deslucido por los nubarrones.




Fotos nocturnas.


Y tormentón. Este día no nos llovió, pero cerca sí que había tormenta de las gordas. Una constante en Suiza.


Día de viaje, que mereció mucho la pena, sobre por el recorrido por el lago. La verdad, el trayecto en tren me decepcionó. Y Lugano... bueno, aun no hemos visto nada, pero lo que he podido ver me recuerda mucho a Italia, y eso ya es garantía de que me va a gustar.

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