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miércoles, 26 de agosto de 2009

Incursión en el Macizo de Andara (Picos de Europa)

¿Donde estamos? Los picos de Europa se dividen en tres macizos separados por profundas gargantas. El Macizo Central o Urrieles es el más conocido, el que tiene mayores alturas, y el más frecuentado. El macizo occidental o del Cornión es también muy conocido, ya que fue el nucleo del PN de Picos de Europa, cuando tan sólo abarcaba este macizo y se le conocía como PN de la Montaña de Covadonga; y posiblemente por contener una de las montañas más bellas, la Peña Santa de Castilla, o Peña Santa a secas.
Por contra el macizo oriental o de Andara es el hermano pobre, las alturas más modestas (pese a que alcanzan casi los 2500 mts), las menos conocidas, en fin, parece el menos atractivo de los 3 macizos. Pero tengo ganas de conocerlo y hacerme una idea del mismo, así que me propongo realizar una escapada de un día (más no puedo por obligaciones familiares), y me dirijo a Picos de Europa.

La ruta que voy a intentar la he sacado del blog del forero igertu, y con más pena que gloria he intentado seguirla, aunque al final no lo he conseguido enteramente. De todas formas, la ruta ha sido preciosa, por un macizo con bastante vestigios de la presencia humana cuando existían las minas de Andara, pero hoy en día bastante poco frecuentado. Coincidí con no más de 10 montañeros en las más de 7 horas de ruta, y en pleno mes de agosto y con un día magnífico.



El comienzo tiene lugar en la Jito de Escarandi. Para llegar a este punto hay que llegar al pueblo de Arenas de Cabrales, y de aquí dirigirse a Poncebos. Una vez en Poncebos, lugar de comienzo de varias rutas hacia el macizo central, continuamos en dirección Sotres por una carretera revirada, estrecha y con bastante desnivel. Una vez en Sotres hay que seguir unos 3 kms, hasta un aparcamiento, donde dejamos el coche y ya vemos el cartel informativo que nos indica la salida de la pista hacia el refugio de Andara.

La pista es evidente y no tiene pérdida hasta el refugio, siempre bajo la presencia del Mancondiu



Alcanzo el refugio al de 45 minutos.



Aquí primer desconcierto. La ruta que viene marcada en el mapa es por donde quiero descender, pero por la que quiero ascender no está claro. Finalmente voy un poco a lo loco sin tenerlo claro. Visto desde arriba, lo mejor es seguir los tornos que salen detrás del refugio y que al final llegan al mismo sitio. Se continúa siguiendo los hitos hasta llegar a una muralla compuesta por dos elevados picos rocosos.



Aquí el camino vuelve a realizar diferentes revueltas para llegar a un evidente collado que nos llevará a la vertiente del valle de Liébana, más de 1000 mts por debajo nuestro.



Seguimos el camino y al de hora y 45 minutos llegamos al pie de un farallón rocoso, es el Grajal de abajo, que aprovecho para subir (unos montañeros me dijeron que ese pico en concreto era el Castillo de los Grajales, el cual no aparece en el mapa, por lo que supongo que es el mismo).



Seguimos por el camino que pierde altura, para posteriormente volver a remontar hacia la arista que está sobre nuestras cabezas. En este punto se puede seguir el camino hacia abajo, es la canal de las Arredondas que nos dejaría en el pueblo de Lon en el valle de Liebana aproximadamente 1500 mts más abajo.

Remontamos por la fácil cresta y llegamos al siguiente pico, el Grajal de Arriba, desde donde ya se ven claramente la Pica del Jierru y la Silla del Caballo Cimero (próximo objetivo).



Tan sólo hay que seguir los hitos por la fácil cresta y alcanzamos la Pica del Jierru, al de unas 3 horas desde que salí del Jito de Escarandi (los horarios son aproximados y con paradas).



Desde aquí tengo magníficas vistas del impresionante Macizo Central, los puartos de Aliva, y hacia el sur la montaña palentina, con el Curavacas, impresionante.



También los dos próximos objetivos, la Silla y la Morra de Lechugales, de aspecto imponente.

Tras hacer la Picca del Jierru, se desciende siguiendo los hitos. El camino es evidente y vamos buscando el comienzo de la arista que nos dejará en la cima de la Silla del Caballo Cimero. Decir que no es necesario subir al Jierru, ya que hay un caminillo que lo vadea a media ladera.

La arista está señalizada por hitos y marcas rojas. El comienzo está marcado por una marca roja, así que es evidente. Tiene un paso de II, pero sin patio, o sea que se pasa fácil. Aun siendo una arista fácil, hay puntos donde tiene un tremendo patio y a los dos lados, que puede poner nerviso a cualquiera. Yo estuve en tensión todo el tiempo sobre la misma, porque el más mínimo tropezón te lleva abajo. Al final hay otro paso bastante sencillo, que nos deja ya en la ladera final de la Silla, alcanzando la cima con facilidad en 3 horas y 45 minutos desde que salí de Escarandi.



Excelentes vistas, si bien el macizo central desde está posición está tapado en parte por la Morra, siguiente y último objetivo de la jornada.

Vuelvo por la arista poniendo mucha atención y llego al comienzo de la misma, donde había dejado mochila y bastones, y me preparo para encarar el último objetivo del día.

Decir ante todo que el último objetivo del día, la Morra de Lechugales, no lo realicé. Una vez recuperada mochila y bastones, me dirijo de nuevo por el camino jitado a la Morra. Al poco hay un paso con algo de patio pero muy fácil, el resto se hace sin necesidad de ninguna trepada, hasta llegar a la base donde se asienta el farallón cimero.



Aquí hay que afrontar una corta trepada de III. Me dirijo a ella, me quito la mochila y me encaramo. La trepada es fácil, pero ayyyy, pienso en el destrepe, y no lo veo claro. No sé, quizás no tenga el día, quizás aun me resiento de la lesión que me produje en junio, precisamente en un destrepe y que me ha obligado a guardar un mes y medio de reposo.... el caso es que viene un padre con dos chavales, y les cedo gustoso el turno. Veo como evolucionan, y aunque lo superan, sigo sin converncerme a mi mismo. Finalmente, decido no arriesgar nada y me vuelvo sobre mis pasos, con la Morra de Lechugales riéndose de mi, aunque prometo volver con material (hay una anilla para realizar un rapel o asegurar).

Creo que lo hubiera hecho sin mayor problema, pero me faltó confianza, seguramente si hubiese llevado una cuerda o un cordino, me hubiese dado la confianza suficiente para el descenso y luego es probable que no lo hubiese necesitado. En fin, como luego comenté con otros montañeros, la Morra va a seguir ahí, así que ya tendré ocasión de ascenderla un día que tenga mejores sensaciones.

El regreso me lleva de nuevo al Jierru, por cierto que en el mapa que tengo aparece como un conjungo de cimas con el nombre de Picos del Jierru, marcando la Pica del Jierru un poco más al NW y con una altura sensiblemente inferior de 2215 mts. Mi intención era bajar por el collado Valdomingueru, pero en la cima unos montañeros con los que hablé, me lo desaconsejaron, diciéndome que había una trepado algo delicadilla, y sobre todo que el camino estaba bastante poco pisado y no era evidente (curioso, porque en mi mapa es el camino que está bien marcado). En fin, la cuestión es que me ha salido el día prudente y no quiero meterme en camisas de once varas, así que vuelvo por el camino de ida, disfrutándolo en esta ocasión más, ya que no tengo que andar tan atento a la señalización del camino.

Algunas preciosas imágenes desde Picos:




La ruta completa me llevó 7 horas y media, contando paradas, todas ellas cortitas, incluso en las cimas, y una parada más larga para comer de unos 20 minutos. Primera incursión al macizo de Andara que me ha gustado, y que me dio la impresión de estar muchísimo menos masificado que otras rutas habituales de los otros dos macizos de Picos de Europa.

Al vuelta paro en el pueblito de Tielve, porque esta estampa me encantó:

viernes, 7 de agosto de 2009

GR-11: ETAPA 5: PANTICOSA-SALLENT DE GALLEGO

Madrugón para afrontar la etapa reina. Los reyes de Panticosa se despiden de nosotros:



El camino comienza a subir rápidamente en medio de una sinfonía de agua y roca:




Al de una hora aproximadamente alcanzamos los embalses de Bachimaña bajo y alto, los cuales bordeamos por su izquierda. Una vez superado el segundo, el camino vuelve a empinarse hacia los ibones azules y gira claramente hacia el oeste. Llegamos a estos ibones al de dos horas aproximadamente, con los infiernos presidiéndolo todo:



Enseguida alcanzamos el ibon azul superior. El día cada vez se va cerrando más.



A partir de aquí comienza una durísima subida, bordeada de neveros, incluso alguno lo tendremos que atravesar. Por fin llegamos al cuello del infierno, a 2721 mts.



Desde aquí sólo queda flanquear en pequeña subida hasta el collado de Tebarray, a 2782 mts, punto más alto del GR-11, si bien nosotros alcanzamos los 3000 por el desvío para llegar a Robiñera. El Balaitous no se deja ver, cubierto por la nubes:



El descenso del collado es muy peligroso. No es difícil (otra cosa será con nieve), pero hay mucha roca suelta y es fácil arrojarla sobre los que se encuentren más abajo (o que ellos te las lancen a ti). A partir de aquí largo descenso hasta el circo de Piedrafita y el embalse de Respomuso. Nosotros decidimos ir por la margen izquierda, si se va o se quiere visitar el refugio hay que ir por la derecha. El lugar es espectacular:



Al haber ido por la izquierda vamos a tener que pasar por debajo de la presa del ebalse para retomar al camino que nos llevará al embalse de la Sarra.



La bajada nuevamente se nos hace eterna, aunque los lugares que pasamos son preciosos, hasta entrar en un nuevo bosque que nos protegió de la lluvia, ya que cerca de la Sarra comenzó a llover con fuerza, lo que nos obligó a sacar la ropa impermeable, olvidada en el fondo de la mochila desde el día de Robiñera (y este día fue por el frío y no por la lluvia). Imaganes del descenso:




En el comienzo del ebalse de la Sarra hay un bar, donde aprovechamos para comer, a una hora un poco tardía, pero qué importa si estás en buena compañía. Tras la comida continúamos hasta Sallente, y de nuevo se nos hizo más largo de lo que creíamos; al entrar en Sallente, un nuevo chaparron se precipita sobre nosotros, haciendo que tengamos que buscar refugio a pocos metros del hotel.

En Sallente dormimos en hotel, y pese a que pensábamos hacer una 6ª etapa hasta Candanchú, mis compañeros decidieron no seguir, habida cuenta de que la previsión meteorológica era muy poco halagueña. Se impuso la democracia, y al día siguiente cogimos el autobús a Sallente y de allí a Jaca, para volver al coche y a casa.

Esta fue nuestra experiencia este año. El año que viene nos sé si me lanzaré a hacer otro tramo del GR-11, o si preferiré algo más montañero, con más cimas. En cualquier caso, habrá tiempo para retomar el GR-11 y hacer nuevos tramos del mismo.

jueves, 6 de agosto de 2009

GR-11 ETAPA 4: BUJARUELO-PANTICOSA

Tras el desayuno salimos temprano remontando el valle de Bujaruelo, hacia la cabecera del río Ara. Al llegar al refugio de Ordisio, poco más de una hora, nos encontramos con la primera imagen del imperial Vignamale, el cual nos acompañará el resto de la ascensión:



La subida es agradable y nada aspera, remontando con suavidad el valle, la dureza llegará cuando alcancemos la cabecera del Ara. Todo el camino es sencillamente espectacular, ofreciéndonos imágenes como estas:




Llegamos a la choza de los batanes (en realidad yo no vi ninguna choza ni punto de referencia), pero aquí surgen las 3 gargantas y hay que tener cuidado. Nosotros hemos de coger la que sale hacia la izquierda (barranco de los batanes). La que sale de frente sube al collado de Letrero, y si nos equivocamos no sería fatídico, ya que podemos llegar a Panticosa dando un rodeo. La que sale a nuestra derecha remonta hasta el circo de los Mulos y pasa a Francia.

Comenzamos a subir el barranco de los Batanes, y el Vignemale nos ofrece esta vista:



Llegamos a los ibones de Brazato, ya cerca del cuello alto de Brazato:



Aquí estoy yo llegando al cuello de brazato:



Una vez en el cuello "solo" nos queda la "divertida" bajada hata Panticosa. Esta bajada se hace literalmente eterna. Pensabamos haber subido al Baciás, pero finalmente al irse echando encima nubes de tormenta decidimos no alargar más la jornada y tirar para abajo. Bordeamos los ibones de Bramatuero, y los Reyes de Panticosa, Garno Negro y Argualas nos saludan:



Vajamos hacia el espectacular hoyo de Panticosa, rodeado de montañas:



La jornada nos ha llevado 8 horas y media con paradas, con unos 1200 mts de subida y 1000 mts de bajada en unos 18 kms. La subida es más cómoda y progresiva que la bajada que es muy rápida.

La zona de Baños de Panticosa está horrorosa ya que han constuído un resort que por la crisis ha quedado a media, dejando los barracones y basuras de la obra por cualquier sitio. En fin, es lo que tiene el desarrollo inmobiliario que ha degradado estas maravillosas zonas de montaña.

El refugio casa de piedra está muy bien, tanto el alojamiento (habitaciones múltiples) como las personas que lo llevan, los más simpáticos con diferencia de toda la ruta. La verdad que quedamos encantados con el trato en este lugar.

Mañana afrontamos la etapa reina, la que nos llevará al punto más alto del GR-11, el collado de Tebarray, y probablemente la más larga.

miércoles, 5 de agosto de 2009

GR-11 DIA 3: GORIZ-BUJARUELO

Hoy toca etapa sencillita priori (siempre se acaban haciendo largas las puñeteras). Nos levantamos pronto y desayunamos en el masificado refugio de Góriz y salimos hacia el cañón de Ordesa al amanecer:



Bajamos por el camino en lugar de las clavijas (mucho peso a la espalda y mis compañeros no les gusta demasiado los destrepes). Llegamos al cirdo de Soaso, donde el agua es protagonista:



Una imagen del Cilindro desde el circo:



Al de poco rato alcanzamos las gradas de Soaso:



La bajada hasta la pradera de Ordesa es larga, pero disfrutona, ya que no es muy fuerte. Como hemos madrugado al principio hay poca gente, pero luego se comienza a masificar. Poco antes de llegar el trío nos hacemos una foto con la cascada del estrecho como fondo:



El espectacular Circo de Cotatuero desde el camino a la pradera:



Tras 4 horas llegamos a la pradera, donde paramos una hora y nos metemos un extraordinario bocadillo de bacon y queso, que tras los garbanzos del día anterior, nos parece el mayor manjar posible.

En el descenso me equivoco, ya que el lugar recomendable es por la margen izquierda del río. Por la derecha al principio hay camino, pero luego te fuerza a bajar por carretera; el asfalto nos destroza los pies, y además a la hora de mayor calor. Llegamos a la entrada del parque y el puente de los Navarros. Aquí pregunto, y me dicen que el camino remonta muchos metros para luego bajar, y que si se sigue la pista hasta el puente nuevo te ahorras esta subida. Decido seguir la pista, para volver al camino al de una hora en el puente nuevo, ya que estamos un tanto cascados del día anterior.

Retomamos el camino, y atravesamos un precioso bosque; de todas formas el final de la etapa se nos vuelve a hacer largo, pero este valle es precioso y menos masificado que Ordesa.



En el refugio hay una gran piscina natural bajo un puente de piedra. El refugio es privado y está muy bien, con habitaciones de 4, habiendo incluso habitaciones dobles (según nos comentó una pareja de Donosti). La etapa nos ha llevado "solo" 8 horas (con paradas), y hemos descendido unos 1000 mts y ascendido sólo 200 mts en unos 20 kms lineales.

Dormimos de maravilla, y nos espera la siguiente etapa que nos llevará a Panticosa.

martes, 4 de agosto de 2009

GR-11 DIA 2: REF. PINETA-GORIZ

Etapa corta, pero con desnivel brutal. Sólo la subida al collado de Añisclo son 1200 mts. Y se hacen nada más salir y en un espacio cortísimo. Tras el desayuno echamos a andar y el circo de Pineta nos regala esta imagen al cruzar el Cinca:



Sin apenas tiempo a calentar los músculos comienza la subida, así de repente; y en 3 horas y media no vamos a tener un respiro, ya que la subida prácticamente no da un sólo momento de tregua. Sí, ahí arriba vamos:



El camino es evidente: Too parriba hasta reventar. En 3 horas y media, con un sufrimiento tremendo en las piernas y un montón de improperios al que diseñó la ruta (es que Peli no estaba muy acostumbrado a estos deniveles, je, je, je) alcanzamos el collado. Han sido 3 horas y media sin tregua. desde el collado contemplamos Lalarri (por donde vinimos el día anterior):



Y la bajada hacia la Fonblanca con el inicio del Cañón de Añisclo:



En el collado surge la duda: vamos por la faja de la punta de las olas o bajamos Fonblanca para luego remontar al collado de Arrablo. La faja de las olas tiene un punto delicado, equipado con cadenas y clavijas. Yo creo que no es complicado, salvo que esté mojado o con nieve, y el día es expléndido, pero le dejo la decisión a Peli, que es el menos montañero. Y su decisión es bajar a Fonblanca, lo que nos va a suponer perder unos 800 mts, y tenerlos que recuperar posteriormente para llegar a Goriz; pero me amoldo a la decisión del menos experto.

Decir que pese a la paliza, creo que fue un acierto, ya que la Fonblanca me pareció un paraje precioso, idílico y muy poco explotado por la actividad turísitica, al ser un rincón al que para llegar es necesario como mínimo 4 horas de caminata (por el cañón de Añisclo); las otras opciones si no me equivo son más largas aun, lo cual hace que sea muy poco visitado.

De todas formas me he adelantado, ya que falta la bajada por un barranco precioso, acompañados siempre por un arroyo que hace unas cascadas y pozas, que te hacen pensar que estás en un parque acuático, más que en plena montaña:




Al llegar abajo del todo, vemos la cascada de la Fonblanca, la cual sale directamente de la roca de la montaña, y desciende hasta juntarse con el arroyo que hemos venido siguiendo, formando otra cascada y una profunda poza atravesada por un puente de hierro; pese a la temperatura del agua, me di un baño en esta piscina natural, porque la tentación era demasiado para no aprovecharlo:



Después de un buen rato en este precioso enclave, volvemos a la ardua tarea de remontar el barranco de la Fonblanca hasta el collado de Arrablo, y aquí sí que nos acordamos de Peli y su "decisión", ya que el cansancio hace importante mella. A lo largo de la subida hay que afrontar 3 trepaditas sumamente fáciles, pero la última de ellas te desmoraliza, ya que te encuentras con una enrome muralla, y piensas que el collado está detrás, pero cuando la superas, te encuentras que el collado está a más de media hora de camino. Estuve a punto de vivaquear aquí (no teníamos sitio en Góriz), y si hubiesemos tenido provisiones, creo que aquí me hubiese quedado.

Al final llegamos a Góriz, después de 10 horas andando, 2000 mts de desnivel positivo y 800 negativo, en apenas 11 kms lineales. Al llegar disgusto, es muy tarde, y no queda sitio para la cena (y eso con el hambre que traemos). He entrado con Andres al refugio a preguntar y le veo en la mirada vidriosa que si por el fuera se comía al del refugio. Eso sí, es posible que tengamos cama, pero francamente más importante me parecía el comer algo.

A las 9, pinteando unas gotas de lluvia, y tras buscar algún sitio para vivaquear en el masificado entorno, nos dicen que tenemos alojamiento (aleluya) y que nos pondrán algo caliente para cenar. El plato caliente consistió en unos garbanzos aguados para nosotros 3 y otros 3 franceses que estaban en la misma situación que nosotros. Hacía más de 20 años que no comía garbanzos, pero estos me supieron a gloria con el hambre que traíamos (había decidido ir sin comida en la ruta, y con sólo barras energéticas; creo que me equivoqué, y que es preferible algo más de peso, y comer en condiciones).

Finalmente la noche quedó magnífica. Lo sé porque me levanté a las 3 para ir al baño (bueno, los baños estaban bastante mal, ya se encunetran en unos barracones de obra, o sea, que al final al aire libre), y la noche era preciosa, sin nada de frío. Creo que hubiéramos dormido mejor fuera que en el refugio, donde el calor era agobiante.

Al día siguiente nos espera una jornada más tranquilita que nos llevará a Bujaruelo.

lunes, 3 de agosto de 2009

GR-11 DIA 1: CHISAGUES-PINETA, POR ROBIÑERA

Esta primera etapa, era en principio la más sencilla. Sin embargo la complicamos con la subida a Robiñera. Para mis compañeros era su primer tresmil, para mi el tercero. Para ello hay que desviarse del camino que sigue el GR-11, y aunque yo pensaba en principio que no demasiado, la verdad es que el desvío final sí que fue importante.

El taxista no nos subió hasta Petramula, donce tenía intención de iniciar la ruta, por un error mío, que le dije que nos dejara un poco después de salir de Chisagues. Así pudimos andar un rato por la pista que avanza por el valle del río real, camino de Petramula



Al llegar a Petramula un cartel indicador marca que el GR-11 va por la izquierda. Nosotros seguimos la pista que gira 180º unas 30 mts, y aquí sale un sendero a nuestra izquierda bien señalizado por un hito de piedras. Este es el sendero que nos introduce en el barranco de Petramula.

El sendero sube en fuerte desnivel, sin pérdida posible, hasta llegar a un caos de rocas y derrubios, ya muy cercanos al collado de las puertas. Desde la ladera se ve con claridad el camino que sale hacia la derecha, este es el desvío que hay que coger para subir a Robiñera. Subimos unos pocos metros y dejamos las pesadas mochilas, ya que hay que volver por este camino al collado, al ser la arista de Robiñera bastante difícil.

La subida ahora sí que se hace penosa y a través de la pedrera vamos haciendo zetas. Afortunadamente (al menos por lo que respecta al esfuerzo físico) el día está muy nublado e incluso frío. Si hubiese hecho calor en este punto no sé lo que hubiera sido de nosotros. Alcanzamos la arista de Robiñera, ya con una espléndida vista de los ibones de la Munia 500 mts debajo nuestro:



La arista de la Munia es muy fácil, poco aerea, y sin ningún paso comprometido. Enseguida llegamos a la cima a 3005 mts de altura. Primer tresmil de mis compañeros, tercero mío tras Garmo Negro y Perdido:



Desafortunadamente el día está cerrado, y no nos deja ver la espléndida imagen del Perdido con su glaciar. Esto es lo que se vió:



El tiempo de ascenso fue de aproximadamente 4 horas. Ahora queda el descenso. Volvemos por nuestros pasos hasta el camino que sube al collado y desde aquí al mismo collado que nos da paso a la vertiente de ls ibones de la Munia. Desde aquí comineza un largo y tendido descenso por una preciosa cuenca acompañados por un arroyo de montaña. El día comienza a abrirse y el sol empieza a calentar.

De repente se llega a un cortado tremendo que da paso a los Llanos de Lalarri. En la siguiente foto se ven los Llanos:



El descenso a los Llanos es directo, hay algún paso delicado, no por dificultad sino por patio. Vimos a algunos chavales pasarlo mal en estos pasos. De todas formas se hace sin problemas. Al llegar abajo, nos encontramos con esta cascada:



Tras atravesar los llanos, el descenso final es por un precioso bosque que contenía una humedad brutal. Al acabar este bosque, llegamos a la hermita de Pineta. ¿Hemos acabado la etapa? No. queda un rato, unos 45 minutos bastante pesados hasta el refugio, que no está en el propio circo, sino un poquito lejos. La verdad el final de las etapas siempre se nos hicieros pesadísimos. Esta primera etapa nos llevó 9 horas y media con paradas. Ascendimos unos 1400 mts y descendimos 1800 mts aproximadamente.

El refugio de Pineta bien, aunque había bastante gente. Nos alojamos en habitaciones cuádruples, las cuales eran bastante pequeñas. El refugio en general bien, limpio, y la cena y el desayuna abundantes, aunque como de costumbre poco variados. Pero no nos podemos quejar.

Contemplamos al atardecer lo que nos espera al día siguiente. El collado de Añisclo se vislumbra allí en lo alto, a apenas un kilómetro y medio en linea recta, pero más de un kilómetro por encima de nuestras cabezas. Me hicieron gracia las camisetas de refugio, donde una señal indicaba que la pendiente del refugio al collado es de 45º. Ahí queda eso.