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viernes, 24 de agosto de 2007

SIERRA DE CANDELARIO: ASCENSIONES A LAS MAXIMAS ALTURAS DE SALAMANCA (CANCHAL DE LA CEJA) Y CACERES (TORREON)

Aprovechando unos días que pasamos en el verano del 2007 en el pueblo de mi mujer, Toro, y dado que en los alrededores del mismo no hay ninguna montaña digna de tal nombre, aproveche para hacerme un par de escapadas, a Gredos (ascensión al Almanzor) y a la sierra de Candelario (ascensiones al Canchal de la Ceja y al Torreon, además de Calvitero).

La sierra de Candelario se encuentra sobre el pueblo del mismo nombre, a escasos kilómetros de Bejar. Pertenece al sistema Central, y se encuentra entre los sectores principales de Gredos y la sierra de Gata, bastante más al oeste en la provincia de Salamanca. Si bien se extiende mayoritariamente en la provincia de Salamanca, una pequeña parte se llega hasta la provincia de Cáceres, y curiosamente el Torreon de Calvitero es la mayor altura de esta provincia.

Para comenzar la ascensión se parte del pueblo de Candelario (bien merece una visita, es un pueblo de montaña con un encanto especial) por una carretera de montaña que llega primero a un amplio aparcamiento (hay un restaurante o refugio) y siguiendo un par de kilómetros más llegamos a su final donde se deja el coche, y desde donde se contemplan estas vistas



La ascensión tiene poca historia, se sube por camino con amplias zetas hasta el cordal cimero muy ancho, y por el mismo se alcanza la primera cima de la jornada el Calvitero. Se puede salir del camino, cosa que hice (como tantas veces) y es un error, porque el monte bajo lo cubre todo, y es de este que parece que no pincha, pero te deja las piernas llenas de arañazos. Por experiencia propia, mejor seguir el camino. En aproximadamente hora y media estoy en la cima de Calvitero.



Unos metros más abajo hay un curioso pedestal con una virgen.



Desde aquí ya se ve el próximo objetivo, el Canchal de la Ceja (máxima altura de Salamanca), con su imponente cara norte.



Nosotros no tendremos más que seguir el cordal y bordearlo ligeramente por la derecha, para subir por un camino fácil, que en poco más de media hora desde el Calvitero nos deja en la cima. En la misma un curioso buzón con forma de cohete. Aprovecho para hacer la primera parada y picar algo, aunque no quiero entretenerme mucho, porque voy a continuar hacia el Torreón.



Desde esta cima contemplamos el siguiente objetivo, el Torreón de Calvitero, con una curiosa construcción en forma de torre donde se encuentra el vértice geodésico.



El Torreon de Calvitero es la máxima altura de Cáceres. Asi como la ascensión a la Ceja no reviste ninguna dificultad (andar por camino), el cordal entre la Ceja y el Torreon está roto aproximadamente a la mitad por un profundo cortado. Existen varias chimeneas fáciles para destreparlo a la ida, y una de ellas equipada con una cadena, que facilita el destrepe y la trepada a la vuelta. En la bajada yo no la use para nada, y tan sólo me apoyé en las rocas (bastante fácil si se está acostumbrado). A la vuelta sí que usé la cadena porque volvía con prisa.

Decir que este tramo de la ascensión (el que discurre entre la Ceja y el Torreón) me pareció bastante solitario, ya que no me crucé con nadie, ni a la ida ni a la vuelta, dando sensaciones todavía más montañeras. Desde el cordal se divisa al sur el valle del Jerte (si no me equivoco)



El lejano Torreón va a ser lo que nos sirva de referencia, ya que no existe camino marcado, si bien sí recuerdo alguno hitos por la amplia meseta que va descendiendo lentamente. Poco a poco el descenso se hace más pronunciado, hasta que queda interrumpido por una profunda brecha. Aquí se puede elegir entre varias chimeneas, una de ellas equipada con una cadena. No me pareció necesaria, ya que se destrepa bien.



Una vez abajo, hay que remontar unos cuantos metros para llegar al Torreón. El vértice geodésico está en una especie de torre de construcción humana de unos dos metros de altura, que se ganan con facilidad, pero que te hacen pegarte un sofocón cuando pones el retardo de la cámara para sacarte la foto de cima (anduve muy justito, je, je). El tiempo desde el Canchal algo más de media hora, llegué sobre las 11 de la mañana.




Curiosas formaciones rocosas



La ceja desde el Torreon



Más rocas formando caprichosas formas



Tras las fotos de rigor y la comida fuerte del día, me tumbo un ratito a tomar el sol, aprovechando que estoy totalmente solo, y que el día es luminoso. Sin darme cuenta en cuestión de minutos me doy cuenta de que empieza a hacer frío y el sol se ha ocultad bajo amenazantes nubes de tormenta. No suelo tener miedo, pero si se lo tengo a algo en la montaña es a que me pille una tormenta eléctrica y más en un cordal como este donde no veo ningún refugio a la vista.

Así que a las 12 menos cuarto me pongo en marcha a deshacer el camino que había hecho hasta ahora. El paso de la cadena lo paso a toda leche (ahora sí que utilicé la cadena porque no quería perder tiempo). La vuelta fue muchísimo más rápida, sin descansos y sin paradas. Las nubes cada vez más amenazantes al llegar al Calvitero (no hace falta pasar por la Ceja a la vuelta).



Esto es lo que se nos venía encima, según llegaba al inicio de la bajada hacia el coche



En el regreso le metí mucha caña, pero no estuve tranquilo hasta que no llegué al coche. La verdad me crucé con muchísima gente que subía, no sé si no se daban cuenta de que la tormenta se podía echar encima en cualquier momento. En cualquier caso a la una estaba ya en el coche, y bajé para visitar el pueblo de Candelario con calma. En cuanto aparqué, empezaron a retumbar los truenos en la sierra, y la lluvia comenzó a caer. Me alegré de haber madrugado y estar de vuelta a una hora temprana.

martes, 14 de agosto de 2007

ANIE (2501 MTS): EL COLOSO DE LARRA

Anie es la mayor altura de la zona de Larra, en el Pirineo occidental, y también el primer pico en superar los 2500 mts según se viene del mar Cantábrico (bueno, en algunos mapas figura con 2499, pero por ese metro...).

Su figura piramidal domina todo el macizo de Larra-la Piedra San Martín, ese laberinto kárstico que ocupa gran parte de esta zona, y esconde en sus entrañas algunas de las profundas simas del mundo.

Desde el sur, desde la Mesa de los 3 Reyes su aspecto es espectacular; pero más aun lo es desde el norte, cuando su esbelta figuta piramidal se eleva sobre las bastas soledades de Larra



En invierno debe de ser aun más espectacular, cuando la nieve cubra todo Larra, y la cara norte del Anie aparezca destellando por la nieve y el hielo acumulados; lamentablemente no conozco esta imagen, que según creo es una de las más seductoras de esta zona del Pirineo.

Vista la imagen anterior, puede parecer que Anie es casi infranqueable; sin embargo es una montaña fácil una vez que se alcanza su ladera sur. Aunque ojo, atravesar el laberinto de Larra, puede ser todo un reto en cuanto a orientación se refiere. De hecho yo me perdí en el camino de vuelta, con mapa y brújula, y sin niebla. Y es que una vez metido en el laberinto todos los puntos y referencias parecen iguales. En este caso lo mejor es retroceder hasta un punto que reconozcamos fielmente, y volver a empezar.

La ruta que elegí en este mes de agosto, fue la del portillo de Ernaz, al cual se llega tras haber remontado el valle de Roncal y llegado a Isaba, ascendiendo por la carretera que señala hacia la estación de esquí de Arette; tras subir el puerto, y una vez en Francia, justo después de pasar por la curva helicoidal, hay un aparcamiento; este es el portillo de Ernaz, y aquí dejo el coche para iniciar la ascensión.

Este es el croquis aproximado de la ruta



Comienzo a andar hacia el col d'Arlas, con la referencia bien clara del pico del mismo nombre, cuya silueta es inconfundible



En el collado, sin llegar a él, bordeamos el Arlas por su derecha en dirección al portillo de Pescamó, que nuevamente ignoramos, y seguimos hacia el portillo de Batikoetxe, que esta vez sí atravesamos, dejando el Murlon a nuestra derecha. El camino está balizado, pero no de forma clara y evidente, y lo mejor es tratar de no perder los hitos. El camino nos dirige hacia un evidente paso, el cual deja ver la figura del Anie al fondo



Este tramo que acabamos de cruzar se llaman los arres de Pourtet, y en principio es el camino más directo hacia al Anie. Una vez pasado el paso anterior, el Anie ya lo domina todo, y me dirijo hacia él de la forma más directa posible. Luego hay que bordearlo, para llegar a su cara sur, donde un camino salva la fuerte pendiente y conduce, sin dificultad, directo a la cima. Grandes vistas al sur hacia la Mesa de los 3 Reyes (montaña a la que ascendí en 2005 y 2006)




Pico de la Contienda



Y Somcouey



Y yo en la cima, con el curioso buzón con un helicóptero



Y comienzo el descenso. Y como no quiero volver por donde he venido, me pongo a seguir a un grupo de franceses, los cuales bajan por un camino bordeando el Anie, me da la impresión que hacia el col de Anies. L oque está claro que en principio tomamos la dirección del pico de la Contienda, inconfundible. En este camino hay que hacer una pequeña y fácil destrepada.

En la destrepada pierdo a los franceses, y voy bajando solo, hasta que la de un rato me doy cuenta de que ya debiera haber llegado al collado; me he desorientado totalmente, hasta que pregunto a un montañero francés, y me dice que he dejado el Soumcouey a la izquierda hacía rato, cuando tenía que ir en sentido contrario. Afortunadamente el error no tuvo mayores consecuencias, ya que volví por mis pasos, y recuperé con facilidad el camino del col des Anies, desde el cual un camino no muy evidente cruzan los llamados Arres d'Anie, en dirección al Murlon y a enlazar con el camino de subida. Una vez llegado a este punto, me alegra ver la conocida silueta del Arlas



Lo que he dejado atrás, la impresionante altiplanicie calcarea de la pierre st. Martin, dominada por Anie.



Una toma hacia el oeste, ya cerca del portillo de Ernaz



Y dos últimas instantaneas para despedirme de estas magníficas montañas




La ruta completa me llevo algo menos de 6 horas con paradas y pérdida incluida. No es demasiado dura, ya que se salvan 800 mts de desnivel, y la distancia tampoco es excesiva; ninguna dificultad, pero hay que tener cuidado con la orientación, y mucho más con niebla.

sábado, 4 de agosto de 2007

TORREBLANCA (2617 MTS).

Hay rutas, a priori sencillas, que por una tontería, un error, se convierten en un calvario. Picos de Europa es una zona que favorece estos errores; en cuanto te alejas un poco de las rutas normales, te puedes ver en auténticos problemas. La ruta a Torreblanca la había preparado con cuidado, pero quizás quise complicarlo con una vuelta por una zona muy poco transitada ni balizada, y finalmente cometí un error de bulto. La subida era evidente, a través de la collada blanca, pero quise volver por los Tiros de Casares, y aquí fue donde perdí el camino totalmente.

Pero antes voy a explicar la subida. En esta ocasión queríamos ascender Torreblanca, montaña de gran entidad, en algunos lugares la marcan como la máximo altura de Cantabria, ya que ponen a Peña Vieja con 2613 mts, pero poco visitada y con prominencia escasa, al estar encuadrada en la vertiginosa arista que une la torre de Llambrión (2742 mts) con Torreblanca, y en cuyo centro destaca el Tiro Tirso (2742 mts); sus dos gigantes vecinos empequeñecen a Torreblanca, que de todas formas es un mirador privilegiado al circo del Llambrión, y si a eso vamos a la Vega de Liordes, con acceso mucho más sencillo que otros miradores de la zona.

En esta ruta tiene gran interés el caótico espctáculo de Hoyo Sengros, que nos da acceso a la collada Blanca. Es este un mundo de derrubios de roca y hielo sin ningún orden, donde la orientación es bastante complicada. Lo mejor atravesarlo por la derecha, tratando de perder la mínima altura posible.

Accedimos (Lipe, Txaku y yo) al zócalo superior a través del cable de Fuente De (ver entradas de Horcados Rojos). El camino es idéntido al de la Torre de Horcados Rojos hasta Cabaña Verónica. Desde este punto hay que seguir ascendiendo siguiendo los cada vez menos frecuentes hitos. Alcanzamos un pequeño collado y ante nosotros se abre el mundo caótico de roca de Hoyo Sengros.

Desde aquí el Tiro Llago nos contempla con su imponente figura:



En la distancia Collado de Horcados Rojos y al fondo el Urriellu



Desde esta collada, debemos alcanzar la collada blanca, flanqueando Hoyo Sengros por la derecha, tratando de perder el mínimo de altura. Explicar esta parte de la ruta es muy difícil; sencillamente hay que ir por donde mejor se vea, tratando de perder la mínima altura, que si no luego habrá que remontar.

Trepando.



Aquí se ve Torreblanca hacia la derecha de la foto. Debajo de ella se adivina muy en el margen la collada Blanca (culpa del fotógrafo, o sea yo, no tener una imagen más centrada). En el centro destaca el Tiro Llago, que domina imperioso toda la zona de Hoyo Sengros.



Y aquí estoy posando con el citado Tiro Llago como espléndido telón de fondo



Una vez llegado a la collada Blanca, queda remontar la arista, bien por su filo, bien por el flanco izquierdo de la misma. La arista tiene tramos muy fáciles, pero en otros obliga a bajar varios metros para encontrar un paso fácil o poco expuesto.

Lipe en plena trepada:




Así, tras algo menos de 3 horas alcanzamos la cima. Nunca había tenido tan cerca Llambrión y su circo (¿cuando me atreveré con el Llambrión?)



El grupo del torre de Cerredo:



Y la continuación de la arista, con Torre sin Nombre en primer término, y el gigante Tiro Tirso:



El camino del Cable, con Peña Vieja destacando a la izquierda de la foto:



Foto de cima:



Txaku descansando:



Y una última foto hacia la Vega de Liordes, un oasis de verdor, en mitad del desierto caótico de roca



Y comenzamos el descenso. Quería volver por los tiros de Casares. En que punto perdí el camino, no lo sé (y eso que llevaba mapa y brújula), pero en esta zona de Picos todo parece igual. No es que nos perdiéramos, ya que orientado estaba, el problema es que nos metimos en una serie inacabable de hoyos, con cortados que había que flanquear hasta donde podíamos, y luego destrepar al fondo por el lugar que mejor veíamos. Y cuando creíamos que ya habíamos pasado lo peor, nos encontrábamos con un nuevo hoyo, que teníamos que volver a flanquear, y acabar con un destrepe más vertiginoso que el aterior.

No tengo apenas fotos de esta parte de la jornada, ya que la tensión era bastante, sobre todo debido a que no veía una salida clara, pese a que en todo momento teníamos el camino del cable a la vista (acabé desistiendo de tratar de llegar a los Tiros de Casares). Tuvimos que hacer 3 ó 4 de estos destrepes, sin material, y en más de una ocasión me plantée regresar, deshacer lo andado, y volver a collada blanca.

Pero a esto se sumó el problema del agua (llevábamos y más tiempo del esperado) y agotamos casi todo el agua, y sin tener una salida a la vista, así que decidí continuar, ya qu el camino no estaba a más de medio kilómetro en horizontal. No obstante, nos encontramos con un nuevo hoyo, y un destrepe aun peor. A este sí que lo fotografié:



Afortunadamente, una vez realizado el destrepe, conseguimos acceder al camino del cable, y ya a buen ritmo llegamos al cable, en unas 8 horas desde que salimos (tardamos menos de 3 horas en ascender). Al final, todo quedó en aventura, pero me quedó claro que en Picos es mejor no salirse de caminos y rutas evidentes, y vamos, ya si entra niebla, la cosa podía haber sido muchísimo peor.