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sábado, 25 de mayo de 2013

EL MONASTERIO DE PIEDRA

Escapad de fin de semana en familia al Monasterio de Piedra.

El viernes aprovechamos para visitar Calatayud








El sábado vamos al Monasterio de Piedra, un vergel en mitad de una tierra árida. El río Piedra se desploma por la ladera de la montaña en diferentes saltos de agua, todo ello rodeado de un auténtico jardín de fresnos, tilos, abedules...



Primero visitamos el monasterio. Curiosa basílica, derruida en parte, pero aun utilizada, según nos comentaron:



Junto a la hospería, comenzamos el descenso hacia el parque


El baño de Diana, con el telón de fondo de la Caprichosa:




La Caprichosa, para mi la más bonita de todas las cascadas del parque:




Subida hacia la parte alta de la cascada


En la parte baja la cascada Trinidad, auténtico "pastel de bodas"



Otro detalle de la Caprichosa


Llegamos a los Vadillos, unos rápidos con pequeños saltos de agua





En medio de este jardín, también hay espacio para bonitas plantas



La cascada de los Fresnos, cuyo nombre imaginamos de donde le viene




Este tramo en fuerte descenso es de los más bonitos del recorrido, con la cascada cayendo al lado del camino


A media bajada paramos para picar algo


Antes de llegar a la más espectacular de las cascadas. La cola de Caballo, aquí desde arriba en un picado.


Y el espectacular descenso excavado en la roca, a la cueva del Iris, que ha formado la propia cascada a lo largo de miles de años


Desde el camino de bajada a la gruta




Unos ventanucos justo antes de la entrada a la cueva



En el interior de la gruta, uno de esos lugares increíbles


Al fondo de la gruta, donde hay un lago de oscuras aguas



Aquí la calada era buena



Salimos y paramos de nuevo a descansar. Y luego hacia el lago del espejo


Y la peña del diablo


La cola de caballo vista desde abajo



peña del Diablo, reflejada en el lago del espejo




Volvemos a subir, ya buscando la salida. Los Chorreaderos, corren entre la vegetación



En la entrada había un espectaculo de aves. Me conformé con sacar a este buho.


Al día siguiente volvimos por Soria, ciudad que no conocíamos







Y que alberga algunos edificios y rincones interesantes.










Después de dos días de muy buen tiempo, en el camino de vuelta el cielo se abrió y cayó agua como hacía tiempo que no veía.