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viernes, 12 de octubre de 2007

CASCADA DE LAS PISAS

La cascada de las Pisas es un salto de agua que forma el río de la Gándara, rodeado de un mágico bosque, que se encuentra en el norte de la provincia de Burgos. Para inciar la ruta, hay que coger una carretera local que sale del pueblo de Soncillo hacia Villabascones. Para llegar a Soncillo la mejor opción desde Bilbao es coger la carretera que lleva primero a Villasana de Mena, luego a Espinosa, y por fin a Soncillo. La carretera a Villabascones no tiene pérdida, ya que muere en este pueblito.

Salgo muy temprano aprovechando la festividad y mi "mal dormir". Por el camino paro a contemplar el amanecer con niebla que se me ofrece en el pueblo de Lezana de Mena




Llego al inicio de la ruta, la misma está balizada, y aunque fácil, en algún momento te puedes despistar del camino. Al llegar a la cascada, esta no tenía agua (cosas de hacer la ruta en otoño). En cambio, el recorrido me ofrece preciosos rincones, y el hecho de no poder ver el salto, hace que me quede una excusa para volver.

A continuación pongo diversas fotos de la ruta










Ruta de unas dos horas a paso tranquilo y sin ninguna dificultad

miércoles, 19 de septiembre de 2007

UNA CITA A SOLAS CON LA MONTAÑA: ASPE 2645

Desde que empecé a hacer montaña, he hecho muchas ascensiones y jornadas en solitario. Al principio porque no encontraba a nadie con quién ir. Más adelante he ido haciendo un grupo de asiduos, pese a lo cual me ha seguido llamando esas jornadas en solitario, en las cuales te encuentras mejor contigo mismo, con tus posibilidades y limitaciones, a solas con el coloso. Entonces es cuando, al menos yo, saco lo mejor y lo peor de mi mismo, y realizo toda una introspección. Es al final de estas jornadas cuando saco todo fuera: el estress, las preocupaciones, la rutina... y valoro mucho mejor mi vida tal y como es.

Pese a ello, he recibido infinidad de críticas por el peligro inherente a realizar una actividad de riesgo en solitario. No acosejo ni desaconsejo a nadie ir a la montaña en solitario; cada cual debe evaluarse y conocerse y decidir en consecuencia.

No obstante, en ciertas ocasiones, la brutal presión de la soledad en la montaña ha acabado aplastándome. Una de esas ocasiones fue en mi primera incursión en Picos, cuando tras haber ascendido Horcados Rojos, me dirigí a Peña Vieja, montaña de fácil acceso, y sin embargo, entre el hielo que había por una nevada de unos días atras, y sobre todo la angustiosa sensación de estar absolutamente solo en aquel paraje grandioso, me hicieron darme la vuelta.

Algo parecido me sucedió en el Aspe, aunque en esta ocasión vencí mis miedos y conseguí culminarla, pero a lo largo de las 6 horas que estuve de ruta no me crucé ni vi a nadie; como lo digo, a nadie. Hubo momentos en el que esa sensación de soledad, de sentirte absolutamente insignificante ante la grandiosidad del entorno, me hicieron dudar y plantearme darme la vuelta. Pero la sensación de logro, de haber superado una barrera mucho más difícil y elevada que la propia montaña: la que se encuentra en el interior de cada uno, convirtieron la jornada en inolvidable.

El Aspe es una gran montaña. Domina claramente la sierra de Aisa, importante linea de cumbres que se eleva al oeste del valle de Canfranc, y que configuran la cabecera del valle de Aisa. Algo más baja que los gigantes que dominan el circo de Ip, y del colosal Midi, algo más al norte, no deja de ser un dosmil de gran carácter, que compone junto a sus vecinos de sierra la montaña mágica de Candanchú, famosa por ser la estación de esquí pionera en España, y de muy gratos recuerdos para mi, porque fue donde me inicié como esquiador.

Al Aspe se puede subir desde Aisa por la vertiente sur (desconozco totalmente este recorrido, que seguramente sea más interesante, por estar menos humanizado), o desde Candanchú por su vertiente norte, donde la sierra presenta un aspecto realmente infranqueable, como una inexpugnable muralla de roca. Yo me decidí por la ruta desde Candanchu, sobre todo por el hecho de conocer gran parte del recorrido de la misma, de mis viajes de esquí.

Croquis de la ascension:



Nuevo madrugón, y salida hacia Jaca (ya estoy muy acostumbrado a este viaje); llego a la estación de Candanchú a las 9 y media de la mañana. Nada que ver con la imagen invernal. No hay un alma, y casi todos los bares y tiendas cerrados. Desayuno en la única cafetería abierta, y me pongo en marcha. Atravieso el parking y llego a las pistas Principe de Asturias, por las que remonto. La niebla es espesa, y este es el panorama:



Alcanzo la parte alta de la loma y desciendo hacia la Rinconada, donde está la estación de salida del telesilla. A partir de aquí voy remontando, sin apenas ver nada por la conocida pista, hacia el puerto de Tortiellas. A media subida, los jirones de niebla se van deshaciendo y el sol impone su fuerza:



Cada vez con más fuerza



En el paso de Tortiellas el sol luce espléndido, y me muestre este espectacular panorama del valle de Candanchú a mis piés, con la imponente silueta del Midi al fondo



Una vez en el paso, debemos de ir en dirección oeste, tratando de perder la mínima altura posible, bordeando las puntas de Esper por su vertiente sur. Lo más cómodo es perder algo de altura al principio, de forma que nos dirigimos hacia la muralla que forman el contrafuerte entre Aspe y lomas de Esper, por la zona baja del barranco de Tortiellas. El Aspe se asoma desde el puerto:



Empeñado en no perder altura, voy remontando por terreno complicado hacia la arista occidental de la Tuca Blanca. Las diferentes chimeneas y trepadas son cada vez más complicadas. La dificultad y la soledad me empiezan a pasar factura y empiezo a dudar. De hecho me lanzo a por una última canal, y me digo que si a partir de aquí no veo clara la salida, vuelvo sobre mis pasos. La canal es más difícil de lo que parece y en los tramos finales las paso canutas, pero salgo a terreno más despejado, no en la arista propiamente, sino unos metros más abajo.

Continúo en dirección oeste, hasta que llego a un collado. Me quedo sin aliento. El impresionante circo de Aspe se abre sobre mi, con el Aspe observando atentamente mis evoluciones:



Y llena de la Garganta



El barranco de Tortiellas visto desde su cabecera, con la Collarada y los gigantes de Ip como telón de fondo



Desde el collado se ve claramente una canal de bajada, y luego la evidente ruta de subida a un nuevo y pequeño collado entre Aspe y una cima secundaria. La bajada de la canal no es nada difícil, y una vez superada la tensión de haber estado avanzando fuera de la ruta, y con la tranquilidad de volver a la misma, hago una primera parada para descansar y reponer fuerzas y prepararme para el asalto final.

La subida es fácil pero muy dura, hasta un punto en el que se ve el desvío que hacia la derecha nos llevaría al paso de la garganta de Aspe y al valle de Aisa (ruta del sur), y hacia la izquierda, en una rápida ascensión nos deja en la cima. La ascensión me llevó aproximadamente 3 horas. Collarada y circo de Ip



Midi d'Ossau, espectacular, como siempre



Y los dos Anayet, con el pico con su esbelta figura



Y una foto mía en la cima, donde hay un curioso buzón con forma de cabaña



Ya solo queda el descenso, que ahora sí realizo por el fondo del barranco, por donde es más sencillo, deshaciendo el camino de la subida. Llegué a Candanchú tras 5 horas y cuarto de excursion, no muy larga pero dura. Como siempre que afronto una jornada así, las sensaciones a la vuelta, con el cansancio y la relativa seguridad de haber pasado lo más difícil, me hacen sentirme en un estado de relajación total y absoluta. Quizás sean estas sensaciones tan difíciles de describir, lo que me hacen volver una y otra vez a desafiar estas montañas.

Para acabar unas estampas de la Zapatilla



y de Pista Grande ya en Candanchú



Aunque no tenga nada que ver con la montaña en general ni con Aspe en particular, y dado que son fotos de ese mismo día, las pongo aquí. Como ya he dicho he ido muchísimas veces a Jaca desde Bilbao para esquiar, para hacer monte, y siempre paso por el pantano de Yesa, un paraje que a mi me encanta. En esta ocasión le saqué una foto a la mañana, cuando iba a Jaca, y otra a la tarde, según volvía. La verdad que los efectos de la luz sobre una mismo paisaje son extraordinarios. Bueno, pongo las dos fotos para que compareis


viernes, 24 de agosto de 2007

SIERRA DE CANDELARIO: ASCENSIONES A LAS MAXIMAS ALTURAS DE SALAMANCA (CANCHAL DE LA CEJA) Y CACERES (TORREON)

Aprovechando unos días que pasamos en el verano del 2007 en el pueblo de mi mujer, Toro, y dado que en los alrededores del mismo no hay ninguna montaña digna de tal nombre, aproveche para hacerme un par de escapadas, a Gredos (ascensión al Almanzor) y a la sierra de Candelario (ascensiones al Canchal de la Ceja y al Torreon, además de Calvitero).

La sierra de Candelario se encuentra sobre el pueblo del mismo nombre, a escasos kilómetros de Bejar. Pertenece al sistema Central, y se encuentra entre los sectores principales de Gredos y la sierra de Gata, bastante más al oeste en la provincia de Salamanca. Si bien se extiende mayoritariamente en la provincia de Salamanca, una pequeña parte se llega hasta la provincia de Cáceres, y curiosamente el Torreon de Calvitero es la mayor altura de esta provincia.

Para comenzar la ascensión se parte del pueblo de Candelario (bien merece una visita, es un pueblo de montaña con un encanto especial) por una carretera de montaña que llega primero a un amplio aparcamiento (hay un restaurante o refugio) y siguiendo un par de kilómetros más llegamos a su final donde se deja el coche, y desde donde se contemplan estas vistas



La ascensión tiene poca historia, se sube por camino con amplias zetas hasta el cordal cimero muy ancho, y por el mismo se alcanza la primera cima de la jornada el Calvitero. Se puede salir del camino, cosa que hice (como tantas veces) y es un error, porque el monte bajo lo cubre todo, y es de este que parece que no pincha, pero te deja las piernas llenas de arañazos. Por experiencia propia, mejor seguir el camino. En aproximadamente hora y media estoy en la cima de Calvitero.



Unos metros más abajo hay un curioso pedestal con una virgen.



Desde aquí ya se ve el próximo objetivo, el Canchal de la Ceja (máxima altura de Salamanca), con su imponente cara norte.



Nosotros no tendremos más que seguir el cordal y bordearlo ligeramente por la derecha, para subir por un camino fácil, que en poco más de media hora desde el Calvitero nos deja en la cima. En la misma un curioso buzón con forma de cohete. Aprovecho para hacer la primera parada y picar algo, aunque no quiero entretenerme mucho, porque voy a continuar hacia el Torreón.



Desde esta cima contemplamos el siguiente objetivo, el Torreón de Calvitero, con una curiosa construcción en forma de torre donde se encuentra el vértice geodésico.



El Torreon de Calvitero es la máxima altura de Cáceres. Asi como la ascensión a la Ceja no reviste ninguna dificultad (andar por camino), el cordal entre la Ceja y el Torreon está roto aproximadamente a la mitad por un profundo cortado. Existen varias chimeneas fáciles para destreparlo a la ida, y una de ellas equipada con una cadena, que facilita el destrepe y la trepada a la vuelta. En la bajada yo no la use para nada, y tan sólo me apoyé en las rocas (bastante fácil si se está acostumbrado). A la vuelta sí que usé la cadena porque volvía con prisa.

Decir que este tramo de la ascensión (el que discurre entre la Ceja y el Torreón) me pareció bastante solitario, ya que no me crucé con nadie, ni a la ida ni a la vuelta, dando sensaciones todavía más montañeras. Desde el cordal se divisa al sur el valle del Jerte (si no me equivoco)



El lejano Torreón va a ser lo que nos sirva de referencia, ya que no existe camino marcado, si bien sí recuerdo alguno hitos por la amplia meseta que va descendiendo lentamente. Poco a poco el descenso se hace más pronunciado, hasta que queda interrumpido por una profunda brecha. Aquí se puede elegir entre varias chimeneas, una de ellas equipada con una cadena. No me pareció necesaria, ya que se destrepa bien.



Una vez abajo, hay que remontar unos cuantos metros para llegar al Torreón. El vértice geodésico está en una especie de torre de construcción humana de unos dos metros de altura, que se ganan con facilidad, pero que te hacen pegarte un sofocón cuando pones el retardo de la cámara para sacarte la foto de cima (anduve muy justito, je, je). El tiempo desde el Canchal algo más de media hora, llegué sobre las 11 de la mañana.




Curiosas formaciones rocosas



La ceja desde el Torreon



Más rocas formando caprichosas formas



Tras las fotos de rigor y la comida fuerte del día, me tumbo un ratito a tomar el sol, aprovechando que estoy totalmente solo, y que el día es luminoso. Sin darme cuenta en cuestión de minutos me doy cuenta de que empieza a hacer frío y el sol se ha ocultad bajo amenazantes nubes de tormenta. No suelo tener miedo, pero si se lo tengo a algo en la montaña es a que me pille una tormenta eléctrica y más en un cordal como este donde no veo ningún refugio a la vista.

Así que a las 12 menos cuarto me pongo en marcha a deshacer el camino que había hecho hasta ahora. El paso de la cadena lo paso a toda leche (ahora sí que utilicé la cadena porque no quería perder tiempo). La vuelta fue muchísimo más rápida, sin descansos y sin paradas. Las nubes cada vez más amenazantes al llegar al Calvitero (no hace falta pasar por la Ceja a la vuelta).



Esto es lo que se nos venía encima, según llegaba al inicio de la bajada hacia el coche



En el regreso le metí mucha caña, pero no estuve tranquilo hasta que no llegué al coche. La verdad me crucé con muchísima gente que subía, no sé si no se daban cuenta de que la tormenta se podía echar encima en cualquier momento. En cualquier caso a la una estaba ya en el coche, y bajé para visitar el pueblo de Candelario con calma. En cuanto aparqué, empezaron a retumbar los truenos en la sierra, y la lluvia comenzó a caer. Me alegré de haber madrugado y estar de vuelta a una hora temprana.

martes, 14 de agosto de 2007

ANIE (2501 MTS): EL COLOSO DE LARRA

Anie es la mayor altura de la zona de Larra, en el Pirineo occidental, y también el primer pico en superar los 2500 mts según se viene del mar Cantábrico (bueno, en algunos mapas figura con 2499, pero por ese metro...).

Su figura piramidal domina todo el macizo de Larra-la Piedra San Martín, ese laberinto kárstico que ocupa gran parte de esta zona, y esconde en sus entrañas algunas de las profundas simas del mundo.

Desde el sur, desde la Mesa de los 3 Reyes su aspecto es espectacular; pero más aun lo es desde el norte, cuando su esbelta figuta piramidal se eleva sobre las bastas soledades de Larra



En invierno debe de ser aun más espectacular, cuando la nieve cubra todo Larra, y la cara norte del Anie aparezca destellando por la nieve y el hielo acumulados; lamentablemente no conozco esta imagen, que según creo es una de las más seductoras de esta zona del Pirineo.

Vista la imagen anterior, puede parecer que Anie es casi infranqueable; sin embargo es una montaña fácil una vez que se alcanza su ladera sur. Aunque ojo, atravesar el laberinto de Larra, puede ser todo un reto en cuanto a orientación se refiere. De hecho yo me perdí en el camino de vuelta, con mapa y brújula, y sin niebla. Y es que una vez metido en el laberinto todos los puntos y referencias parecen iguales. En este caso lo mejor es retroceder hasta un punto que reconozcamos fielmente, y volver a empezar.

La ruta que elegí en este mes de agosto, fue la del portillo de Ernaz, al cual se llega tras haber remontado el valle de Roncal y llegado a Isaba, ascendiendo por la carretera que señala hacia la estación de esquí de Arette; tras subir el puerto, y una vez en Francia, justo después de pasar por la curva helicoidal, hay un aparcamiento; este es el portillo de Ernaz, y aquí dejo el coche para iniciar la ascensión.

Este es el croquis aproximado de la ruta



Comienzo a andar hacia el col d'Arlas, con la referencia bien clara del pico del mismo nombre, cuya silueta es inconfundible



En el collado, sin llegar a él, bordeamos el Arlas por su derecha en dirección al portillo de Pescamó, que nuevamente ignoramos, y seguimos hacia el portillo de Batikoetxe, que esta vez sí atravesamos, dejando el Murlon a nuestra derecha. El camino está balizado, pero no de forma clara y evidente, y lo mejor es tratar de no perder los hitos. El camino nos dirige hacia un evidente paso, el cual deja ver la figura del Anie al fondo



Este tramo que acabamos de cruzar se llaman los arres de Pourtet, y en principio es el camino más directo hacia al Anie. Una vez pasado el paso anterior, el Anie ya lo domina todo, y me dirijo hacia él de la forma más directa posible. Luego hay que bordearlo, para llegar a su cara sur, donde un camino salva la fuerte pendiente y conduce, sin dificultad, directo a la cima. Grandes vistas al sur hacia la Mesa de los 3 Reyes (montaña a la que ascendí en 2005 y 2006)




Pico de la Contienda



Y Somcouey



Y yo en la cima, con el curioso buzón con un helicóptero



Y comienzo el descenso. Y como no quiero volver por donde he venido, me pongo a seguir a un grupo de franceses, los cuales bajan por un camino bordeando el Anie, me da la impresión que hacia el col de Anies. L oque está claro que en principio tomamos la dirección del pico de la Contienda, inconfundible. En este camino hay que hacer una pequeña y fácil destrepada.

En la destrepada pierdo a los franceses, y voy bajando solo, hasta que la de un rato me doy cuenta de que ya debiera haber llegado al collado; me he desorientado totalmente, hasta que pregunto a un montañero francés, y me dice que he dejado el Soumcouey a la izquierda hacía rato, cuando tenía que ir en sentido contrario. Afortunadamente el error no tuvo mayores consecuencias, ya que volví por mis pasos, y recuperé con facilidad el camino del col des Anies, desde el cual un camino no muy evidente cruzan los llamados Arres d'Anie, en dirección al Murlon y a enlazar con el camino de subida. Una vez llegado a este punto, me alegra ver la conocida silueta del Arlas



Lo que he dejado atrás, la impresionante altiplanicie calcarea de la pierre st. Martin, dominada por Anie.



Una toma hacia el oeste, ya cerca del portillo de Ernaz



Y dos últimas instantaneas para despedirme de estas magníficas montañas




La ruta completa me llevo algo menos de 6 horas con paradas y pérdida incluida. No es demasiado dura, ya que se salvan 800 mts de desnivel, y la distancia tampoco es excesiva; ninguna dificultad, pero hay que tener cuidado con la orientación, y mucho más con niebla.