Viajando por la A-8, al cruzar el bonito enclave de Oriñón es difícil no fijarse hacia el oeste en una impresionante mole caliza que parece emerger directamente del mar. Es la peña o sierra Candina, que se eleva desde el agua hasta casi 500 mts de altura cortados a pico.
En sus verticales paredes tienen su hogar una colonia de buitres leonados, especialmente protegidos (zona restringida de escalada), y que no es difícil contemplar durante la ascensión.
Ya había subido varias veces aquí, generalmente a la brava, desde el pequeño pueblito de Sonabia, hacia una visible horcada por un sendero colgado de la ladera sobre el mar. Una vez en la horcada, lo más lógico y prudente es continuar el sendero (balizado por un gr) en dirección a Laredo, y poco después girar a la izquierda, para acometer la subida a la cima. Las veces que he subido me he metido directamente en el karst (no muy recomendable).
Curiosamente, la subida desde el alto Candina, nunca la había hecho. Para llegar al aparcamiento, hay que salirse de la A-8 en Oriñón y continuar por la carretera en dirección Liendo, o si nos salimos en Liendo, subir en dirección Oriñon.
Como Andres esta pasando unos días con sus padres en Laredo, aprovecho la logística de tener dos vehiculos para diseñar una ruta lineal, en vez de circular. Dejamos su coche en Liendo, y luego subimos al alto Candina. Al final del parking sale ese sendero. Este NO ES EL CAMINO.
El camino bueno, está hacia el centro del parking.... pero como podemos ser tan burros..... Nos ha llevado un cuarto de hora investigar el otro camino, que no lleva a parte alguna.
Ganamos altura con velocidad a través de un enmarañado bosque bajo, matorral, acompañado de encinas.
En alguno puntos el bosque se cierra sobre el sendero haciendo auténticos túneles
Pico Tueros, no lo subimos. Para otra ocasión
Llegamos a un colladito. A nuestra izquierda una profunda hoya, cubierta de vegetación: es la hoya Tueros
Vistas hacia el oeste
Después de una pequeña bajada, el sendero empieza a subir con ganas. Mirada atras donde se ve el sendero por el que hemos venido, y la profunda hoya Tueros
Haciendo un poco el indio, que recordemos que hoy es el Carmen, la adorada patrona de nuestro pueblo marinero.
El sendero gana otro collado y va bordeando otra hoyada
Algunas encinas crecen desafiando a la gravedad
Tras bordear esta segunda hoya, el camino vuelve a subir con fuerza
Pasando por las ruinas de una mina abandonada
Y ganando la llana de Tuero
Llegamos a esta embocadura, desde donde miramos hacia atras
El camino ahora baja hacia el Hoyo Negro
Donde se divisan los ojos, o la ventana del diablo (he oido las dos versiones)
Impresionante oquedad en la roca, que hace un arco natural colgado sobre el abismo. Unos 400 mts más abajo la ballena de Sonabia (cabo cebollero)
La idílica playa de Sonabia
El arco de piedra sobre nuestras cabezas
Asomarse es contemplar el abismo literalmente a nuestros pies
Sonabia y "la ballena" a vista de pájaro
También hay sitio para la flora. Alguna macro para alegrar un día más bien tristón (pese a las predicciones).
Después de la visita a los ojos, volvemos sobre nuestros pasos hacia el estrechamiento de rocas. Allí hay una indicación con pinturas, que nos dicen hacia donde se encuentra la cima.
El sendero transita por la cara sur
Buen lugar para un vivac
Caprichosas formas en la roca
Y tras un rato, el sendero pasa ahora a la cara norte
Desde la altura se contemplan los ojos
Contrafuerte final del Candina. Ahora solo se trata de elegir alguna canal de la cara norte. Yo me metí por la que no era. Fácil en todo caso.
CANDINA (489 MTS)
La larga cresta que desciende hacia el oeste (en realidad está cortada y no se puede seguir).
Recordaba la existencia de un vértice geodésico, lo cual, unido a la niebla, me llegó a hacer dudar de si era el Candina. Pero al bajar por la canal "buena", nos encontramos el cilindro del Vértice caido.
Seguimos pegados a la pared por la cara norte, hasta llegar al final del contrafuerte. Este es el cortado que comentaba antes.
Allí hacemos una parada para el hamaiketako. Las buenas costumbres no hay que perderlas.
Una clavelina con huesped.
Seguimos el gr, y al de poco un desvío nos deja en SOLPICO (486 mts)
Estoy tentado de bajar por la cresta NE, que en realidad es un intrincado karst, y por donde he subido siempre a esta sierra. Iria en busca de la horcada, que da paso a la ladera sobre Sonabia, y enlazar con el camino que baja a Liendo en su ruta hacia Laredo. Pero la niebla me hace desistir, y volvemos sobre nuestros pasos para continuar por el gr, que también baja a Liendo.
Sendero bastante espectacular y precioso. Merece la pena recorrerlo.
Eso sí, alguna trepadita fácil hay. Primer destrepe.
La playa de San Julian de Liendo casi como la deben de ver los buitres que habitan estas peñas.
El idílico valle de Liendo, un ejemplo de Poljé, o valle de cuenca cerrada, de los que tanto abundan en esta zona de la Cantábrica.
La sierra de la Vida, otro farallón de 200 mts que cae directamente al mar.
Y aquí con el monte Buciero como fondo (como se puede ver en apenas en unos kilómetros de costa nos encontramos con Buciero, la montaña que cierra la bahía de Laredo, las peñas de la Vida, las más pequeñas, pero quizás las más verticales, Candina, y todo el complejo de la sierra de Cerredo, la más alta de todas ellas, y también posiblemente la de estructura más compleja. En fin, que hay monte para no aburrirse).
Liendo
Iglesia de nuestra señora de la Asuncion
Aproximadamente en este punto se une el camino que viene de la horcada donde acabael camino que sube desde Sonabia
2º destrepe
Por ahí andan unos de los escasísimos montañeros con que nos cruzamos en todo el día.
Aquí se ve mejor el Buciero. Abajo la niebla se había disipado bastante.
Una mirada atras, nos hace apreciar la gran dimensión de Candina. Sí, son solo 500 mts, pero todos de desnivel.
Llegamos a esta valla que no se puede abrir, y nos toca coger un camino justo a la izqueirda
Más adelante hay un punto donde se puede pasar la valla sin problemas.
Ruinas de la ermita de San Julian
Valle de LIendo
Ermita nueva, o más bien capilla de San Julian
Llegamos al coche tras 4 horas de recorrido, muy interesante por estas peñas. Excursión media. Incluso sin salirse del camino hay que hacer pequeños y fáciles destrepes y trepadas. Zona un poco peliaguda si cae la niebla (muy frecuente) y no se conoce. No obstante es un macizo totalmente recomendable pese a su aparentemente escasa entidad.
Pensar, como los estadounidenses, que el burro grande, ande o no ande, puede ser erróneo. El miércoles día 8 de octubre de este año no excesivamente gracioso -de gracia- del 2014, hace apenas 3 días, subí al pequeño gran Candina, por primera vez, por por ese lado de la carretera nacional 634 y vi la pista que deseché de inmediato por ser burro grande, eligiendo de primeras el sendero pequeño -el arroyo de la sierra me complace más que el mar, como no mal dijo el cubano Martí. En realidad fue suerte, otras veces es lo contrario, el camino que lleva a Roma es el mayor.
ResponderEliminarY ayer mismo volví para medio-subiir por el lado de la playa de Sonabia, excursión espectacular y bella frente al bravo mar -para los que sufrimos aún algo del vértigo frente a los desniveles verticales pero estamos aprendiendo a vencerlo poco a poco, sin por ello bajar la guarda frente a las alturas. Salí del Pontarrón de Guriezo después de que un autobus me llevara a Castro desde Vil Vaho y otro de Castro al Pontarrón. Seguí hasta Laredo todo por la costa, subiendo de paso a La Peña, monte fácil de sólo dos cientos y pico metros, pero espectacular en su forma y en su caída vertical hasta el mar, continué "Costando (Coasting en inglés)" (yendo por tierra lo más cercano posible al mar) por la playa de Laredo no sin darme un baño en la calmada y tibia mar hasta cruzar después con el servicio de barca desde El Puntal hasta Santoña, porque no tenía tiempo de rodearlo todo a pie. Recorrí después andando todo el perímetro del macizo del Buciero, para regresar a Santoña, tomar el autobús hasta Laredo y de esta villa en autobus también volver a casa. Se pierde algo de tiempo yendo en autobuses y cuesta algo informarse antes, por Internet, de los diversos horrarios y trayectos; pero permiten hacer rutas lineales, como tú bien dices sin necesidad de dos coches, con el mismo esfuerzo, y pi veces (3,14 veces) más largas que las circulares.
Lo de rutas lineales pi veces más largas que las circulares con el mismo esfuerzo es aproximado, por supuesto, porque ninguna ruta es totalmente recta ni totalmente anchamente circular. Digamos que es cierto que las rutas lineales, usando autobuses para llegar y salir de ellas, en vez de coches, permiten recorridos entre 2 y 2,5 veces mayores que los circulares, lo cual compensa las pérdidas de tiempo esperando a los autobuses o caminando hacia ellos. Es ocasión también para tomar algo -o conocer y visitar- en el pueblo o la ciudad en el que estemos esperando la llegada o salida del último autobus de vuelta.
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