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lunes, 25 de julio de 2016

DESCENSO DE VEGA DE ARIO A LA ERCINA

Después de lo de los dos días anteriores, lo de hoy es como viajar en autopista. Bajada por un camino perfectamente balizado al lago de la Ercina. No obstante, ojo con perder los hitos o el sendero, que el terreno fuera del mismo es caótico.

Amanece en la Vega de Ario y los diferentes grupos nos vamos preparando para la jornada


Subiendo al collado del Jito. Hoy no ha perdida.


No son agresivas, pero se tomaban unas confianzas. Estas están muy acostumbradas a la gente, porque casi casi venían donde ti.


Collado mirador del Jito



Panorámica (Cuvicente, Jultayu, Peña Blanca, La Robliza y Verdelluenga; al fondo a la derecha aparecen las puntas de la Punta Gregoriana.
 

Vamos bajando por este caótico terreno. Abajo mar de nubes.


Las vacas nos acompañaron (el día anterior, ni ganado vimos en el tiempo que estuvimos perdidos, vacas solo en la Vega de Aliseda; era tal la desolación del terreno).




Camino muy evidente.



Ya divisamos la majada las Bobias


Fuente de la majada.


La niebla va entrando cada vez más alta


Vista atras en la majada las Bobias.



Cada vez entra más niebla


Detras de es vega está  el lago de la Ercina. Y parece que cubierto.


Efectivamente, la niebla ha llegado a los lagos.


En la Ercina.





Atravesamos una pequeña majada, la Veguina



A la ida, bordeamos la Ercina por el otro lado







Apenas 2 horas y media de recorrido, nos costó más bajar en coche a Covadonga....¡¡¡vaya caravana!!!!



Nos despedimos con el lago casi cubierto. Más abajo el lago de Enol estaba totalmente envuelto en la niebla. Y más abajo, según bajabamos hasta llovió. Cosas de Pikos....


Recorrido de esta travesía de 3 días: en rojo el primer día, la vuelta solo hasta Vegarredonda; en amarillo el segundo día, y en morado el tercer día.


Travesía que ha tenido de todo. Me ha encantado, auqnue tengo que reconocer que pasé por algún momento malo, sobre todo el segundo día. De la dificultad de la primera jornada en la ascensión a la torre de Santa Maria, a la complejidad de la segunda, para enlanzar todas esas cimas, y luego llegar a Vega de Ario, al plácido paseo de la tercera. Pikos es mucho pikos; encierra en un pequeño terreno, todos los atractivos de las grandes cordilleras. Ahora a pensar en nuevos retos, nuevos recorridos, nuevos sueños....

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