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sábado, 4 de diciembre de 2010

GORBEIA Y VIENTO

Hay días que la montaña te pone en tu sitio; incluso montañas de perfil amable, que no parece que tengan dificultades altas; pero si la montaña no está por la labor y decide que no pasas, ella manda.
El Gorbea nunca me ha gustado en exceso: sólo lo he visitado dos veces. Generalmente siempre tiendo ir a lugares cercanos como Duranguesado o sierra de Aizkorri, cuyas cumbres rocosas me gustan mucho más. Una forma diferentes podía ser con nieve, y llevo ya varios años con la idea de hacer una invernal a este monte. Tras las últimas nevadas y con el buen día que anunciaban para este sábado la oportunidad era clara, así que me platée una ruta diferente a la tradicional de Pagomakurre, y de internet saqué la que partía de Saldropo, y remontaba a través del paso de Atxuri, para luego ascender al collado de Aldamiñospe entre Gorbea y Aldamin, y de ahí, atacar primero Aldamin (que todavía no he hecho) y Gorbea si el tiempo me lo permitía.
Así a las 9:30 estoy preparado en el puerto de Barazar. Debido a la nevada, la pista hasta Saldropo (entre 3 y 4 kms) está helada, y no me atrevo a subir con el coche, porque aun no he comprado las cadenas. Asi que a andar hasta el teórico inicio, lo cual me cuesta media hora (más otra media hora en la bajada, una horita).
Saldropo es un area recreativa, con barbakoas: un lugar interesante para venir con la family. Hoy está totalmente nevado, como los están los montes a los que me dirijo:



Se continúa por pista, hasta llegar a un puente de madera sobre un riachuelo.



El agua es un espejo helado de la nevada



Después la pista va serpenteando; hay algunas marcas rojas, pero lo mejor (por lo menos con nieve) seguir la evidente marca de camino, que nos mete una y otra vez por el bosque.



Así hasta un cartel indicador, donde empieza lo más duro de esta primera parte. La pista va dando vueltas y revueltas, pero hay un senderillo que con la nieve es sumamente fácil y bonito de seguir. La subida por este senderillo nevado, rodeado de árboles y vegetación, totalmente nevado, es de lo más bonito de la excursión



Continúo por el sendero, ganando rápidamente altura, hasta que poco antes de llegar a lo alto del mismo, la vegetación se abre y nos permite esta espectacular vista del macizo de Anboto



Otra foto del valle nevado, en este caso hacia sierra de Aramotz



Y otra más del valle



En seguida alcanzo el paso de Atxuri, bajo la cima del mismo nombre. El paso es espectacular, con la roca haciendo un voladizo sobre el mismo, y un profundo barranco a la derecha. Pese a la caída, es muy fácil por la gran anchura: incluso con nieve se pasa sin problemas. Aquí se ve el paso con el Lekanda al fondo:



Y una vez pasado, mirando hacia el otro lado (Anboto de fondo):



Luego viene un empinado sendero que remonta hacia una especie de meseta superior, totalmente blanca. Desde aquí mágníficas vistas de los objetivos del día: Gorbeia y Aldamin, y en un ambiente totalmente invernal.



Ya desde que llego aquí el viento empieza a molestar, y me tengo que abrigar un poco más. Se ve la ventisca a la lejos en la cresta de Gorbeia y Aldamin. Pronto ha empezado el sur que estaba anunciado para hoy. De todas formas, el día es tan bueno, que no le doy gran importancia.



Se continúa por la meseta por camino evidente (con la nieve y habiendo huella es muy fácil; no sé si será tan evidente en verano). De todas formas el objetivo es claro, conseguir pasar hacia el canal que separa las dos grandes montañas. Se va pasando por una serie de refugios, todo ello cada vez con más nieve, y por desgracia con más viento.



Una vez que llegamos al inicio de la subida hacia el collado el viento se hace más que molesto, además trae la nieve polvo. La sensación de frío aumenta considerablemente, aunque no me importa porque he venido bien preparado. Continúo subiendo, y el viento no sólo molesta para avanzar, sino que ha borrado la huella, de forma que voy tirando muy directo. Lo que antes era hundirse unos 10 ó 15 cms, ahora es hacerlo por encima de la rodilla.
Poco a poco el ir abriendo huella me va pasando factura. Además, la ventisca que se ha levantado ya es considerable, la visibilidad escasa, lo cual no me deja ver el mejor camino. La ventisca en este punto me entra de frente, hacia atrás veo bien, pero hacia delante tengo que intuir por donde es el mejor paso.
Así durante un buen rato. Me empiezo a pensar la posibilidad de darme la vuelta. Hasta que entro en el canal o vallecito que da paso al collado de Aldamiñospe, y allí el viento casi me tira. Parece mentira que el viento tenga semajante fuerza, como para hacer perder el equilibrio a una persona de más de 90 kilos de peso, pero así fue. Y más adelante, literalmente no me dejaba dar un paso hacia arriba.
En esta tesitura, y después de meterme en un ventisquero con la nieve por encima de la cintura, del cual me costó bastante salir, y mirando hacia donde debe estar el Gorbeia, que lanza toda su furia sobre mi, tomo la decisión probablemente más acertada (aunque más dolorosa): volverme sobre mis pasos.
La bajada tampoco es un camino de rositas, y sufro bastante, con nieve hasta la cintura en muchos tramos. Cuando alcanzo el final del canal, veo una pequeña cima a menos de 50 mts con buzón. Debe ser Dulau, y decido hacerla, por lo menos para resarcirme de mi fracaso. El viento era tan fuerte, que no me atreví a llegar sino arrastrándome al buzón, por miedo a que me pudiese tirar por el barranco. Inmediatamente vuelvo sobre mis pasos, ya para ponerme en dirección a los refugios. Antes de llegar a los mismos, paso por una ¿cima? con una curiosa construcción, pero el viento soplaba tan fuerte que tampoco pude sacar la cámara.
Un poco cansado y desalentado vuelvo por la meseta hasta la entrada hacia la vertiente norte y el paso de Atxuri, no sin antes avanzar unos 200 mts hasta la cima del mismo nombre (de esta forma no pude completar mis dos objetivos principales, pero al menos hice dos cumbres secundarias).

Pongo una foto del aspecto de la ventisca, pero no da una idea de lo que era estar allí metido. Esta foto está sacado de muy abajo, el viento molestaba, pero no era lo que me encontré arriba, donde ni me atreví a sacar en ningún momento la cámara



La foto está aproximadamente desde el collado de Arimekorta. Desde aquí también, el Lekanda luce espléndido:



En cuanto paso a la vertiente norte, el viento amaina, y el silencio vuelve a dominarlo todo. La bajada por el mismo camino la disfruto bastante más que el descenso que he hecho anteriormente con el viento azotándome sin piedad.

Desde el paso de Atxuri saco esta bonita imagen del perfil de la dama de Anboto.



Y desde el mismo sitio, Lekanda:



Me he quedado con las ganas de completar la invernal al Gorbeia (y de coronar Aldamin), pero ahí seguirán hasta que un día estén por la labor de dejar acercarme a sus cumbres cubiertas de nieve. Mientras tanto, una experiencia más de lo que puede ser el viento incluso en estas modestas alturas (me volví a unos 1200 mts), que la verdad me sorprendió. Nunca había estado en una igual, en la cual el viento no me dejaba avanzar; quizás si no hubiera habido ventisca, pero es que la ventisca lo que hacía era molestar, pero la propia fuerza del viento era lo que no me dejaba avanzar.
De todas formas el día ha merecido la pena, sólo por la experiencia, y la belleza del panorama nevado, tan raro de contemplar en Euskadi.

sábado, 6 de noviembre de 2010

ANBOTO POR ANBOTO SAKONA

Día que amanece nublado; como ya tengo previsto realizar la salida, me pongo en marcha, aunque las espectativas no son muy halagüeñas. Lo que sí hago es cambiar la ruta: en vez de Itxina decido ir a Anboto a hacer una ascensión que nunca he realizado. Subir por el corredor de Anboto Sakona en la cara norte.

El acceso se realiza desde Arrazola, pequeño enclave al que se accede desde Otxandio, por una carretera bien marcada. Llego sobre las 9:00 y aparco al lado de la iglesia



Se continúa por la carretera hacia el caserío que está en lo alto del pueblo. No hay pérdida; al llegar a un cruce un cartel indica dirección Anboto a la derecha y dirección Zabalandi a la izquierda. A medida que subimos por la carretera se nos ofrecen preciosas estampas del valle



A la altura del último caserío abandonamos la carretera y nos adentramos por camino, en todo momento bien marcado. La subida no es muy fuerte todavía, hasta llegar a una valla con puerta. En este punto hay que desviarse hacia la izquierda por un senderillo; el camino principal sigue de frente, me imagino que en dirección a Aspe.

A partir de aquí empieza lo duro de verdad; durante las siguientes dos horas no va a haber un respiro. Al poco vemos una imagen del valle



Un macro



Al poco se llega a un descansito en la dura subida. Aquí el sendero confluye con una pista. A la izquierda, entre la niebla se adivina la pared de la arista del Fraile



En este punto hago una pequeña parada para coger aliento. Llevo hora y media. Me queda algo más de una hora de subida. El suelo está sembrado de setas, que desconozco:




Se continúa la subida del canal. No tiene pérdida, aunque se pierda el sendero; incluso con la niebla cerrada que tenemos hoy




Al llegar a la cresta cimera, la niebla empieza a disiparse, y deja ver las formas de la roca



Una mirada hacia abajo, hacia la canal que acabo de subir, que se adivina vagamente entre la niebla



Al salir a la cresta, esta espectacular imagen de la cresta occidental de Anboto hacia Elgoin



Llegamos a la zona más delicada. La canal de Anboto Sakona, aunque empinada no tiene mayor dificultad que la dura pendiente, pero ahora queda un pequeño tramo de cresta, que no es difícil ni expuesta, pero que exige alguna pequeña trepada, que con las botas y la roca húmedas le dan emoción




A las 11:30 hago cima en Anboto, por primera vez por esta ruta de la cara norte. En la cima está totalmente despejado, y a nuestros piés un mar de nubes. La cresta hacia Elgoin (el Alluitz no se veía).



Gorbea emergiendo de un mar de nubes



Foto de cima



Aunque he venido solo, a lo largo de la subida me he ido cruzando con otro chico de Bilbao, con el cual también coincido en la cima. Me pregunta por donde voy a bajar, y le digo que la intención es bajar al Collado Zabalandi y de ahí a Arrazola. Al final bajamos juntos. Pese a la niebla, el camino de bajada se encuentra con facilidad (también es cierto que he subido por aquí varias veces, aunque nunca he bajado.

Poco a poco nos metemos de nuevo en las nubes, hasta alcanzar Zabalandi que nos saluda así.



La bajada de Zabalandi a Arrazola es preciosa. Del mismo collado parte una camino claramente indicado por un poste. No tiene pérdida, pero bien merece la pena el recorrido (yo siempre había venido a Zabalandi por Urkiola, y me ha parecido de lo más bonito que he hecho este año).

Al principio, la niebla hace que el hayedo presente un aspecto de bosque encantado




Poco a poco la niebla se va disipando, pero no por ello los rincones son menos bonitos






El otoño hace de las suyas en el bosque



Por último, ya cerca de Arrazola, tenemos que cruzar un pequeño arroyo, que da paso a algún pequeño salto como este



Llego a Arrazola un poco antes de la una y media, justo a tiempo para poder ir a Durango a tomar unos potes antes de volver a casa a comer. Total de la ruta unas 4 horas y media con paradas incluidas. Anboto es una montaña que siempre deja buen sabor, se haga por donde se haga. Hacer el corredor norte supone salvar unos 1000 mts de desnivel que engrandecen esta montaña. Sin dificultades reseñables (a parte del desnivel), Anboto es una montaña engañosa; al final siempre hay algun paso, algún tramo aereo, algún punto donde es obligada una pequeña trepada. En este caso no se pasa en ningún momento por el paso de roca pulida entre collado Aguindi y la cima (ruta normal o arista oeste), pero el tramo desde que se sale del corredor, hasta la cima, tiene alguna trapadita, y la bajada hacia Zabalandi exige más de un destrepe (eso sí, siempre fáciles y con poco patio).

Con esta ascensión, me quedan por hacer la arista NE o de la Dama (que no sé si será demasiado para mi nivel), y la integral Alluitz-Anboto (que por el paso del infierno, tampoco tengo claro que pueda hacerla algún día). Las subidas "normales" a Anboto, ya las he hecho todas, y creo que este recorrido es el que más me ha gustado, y en el que más he disfrutado.

sábado, 30 de octubre de 2010

OTARRE (618 MTS) EN EL CORAZON DE IZARRAITZ

Puente del 1 de Noviembre. Hemos cogido una casa rural con unos amigos y los niños. No es un buen momento para salidas montañeras ya que la cosa es estar todos juntos con los críos; además el tiempo no acompaña nada, con viento fortísimo y lluvia intermitente. No obstante el lugar es precioso, perdido en las entrañas del macizo de Izarraitz, entre la costa guipuzcoana, y las elevaciones del macizo de Aizkorri.

Esta zona, por lo poco que pude ver, es intensiva en explotación ganadera, con infinidad de caseríos, valles cerrados y una intrincada red de pistas y caminos forestales. La casa rural en cuestión era un caserío, que según la información databa de 1750. La verdad que el sitio (la pista de cemento moría en el caserío en cuestión) merece la pena, pese a lo alejado de los nucleos. El caserío se denominaba Atxuri, y encima de él estaba el alto de Atxuri.

El domingo, salimos con los críos a dar un paseo, aprovechando una tregua del tiempo. Seguimos la pista hasta el primer desvío, y ahí cogimos a la izquierda (habíamos venido el viernes por el camino de la derecha). Tras una bajada se llega a otro caserío, y entonces decidimos volver (a buen paso no son mas de 20 minutos).

Yo veo un monte con antenas a apenas otros 20 minutos y no me puedo contener. Le digo a Eva que se vuelvan ellos que yo me subo a ese monte, y luego quedamos en el caserío. Me marcho en silencio para que Danel no se entere (bueno Danel y los demás críos, que posiblemente se les hubiese antojado, y aunque el camino es fácil, nos hubieramos retrasado bastante para la hora de comer).

Tan sólo hay que seguir la pista y se llega a la cima, coronada por una enorme antena.

Vistas hacia algunos de los valles que se ven desde la cima






La costa guipuzcoana también se divisa desde aquí arriba



Por allí al fondo asuma Anboto



En la cima hay una gran cruz (además de la antenas, las cuales no retraté)



Imagen de conjunto en la cima



Esta zona de Izarraitz me ha encantado; tengo que ver posibles rutas y adentrarme en alguno de estos valles (creo que el valle de Latur, cerca de aquí es una maravilla). También visitar las cimas más altas que superan por poco los 1000 mts de altura; probablemente quede ya para el año que viene.

Al margen de esto el fin de semana estuvo genial, aunque el tiempo desgraciadamete apenas acompañó. La pena no haber hecho rutas un poco más exigentes, pero no era el momento: para un futuro próximo sí que se pueden empezar a plantear salidas con los críos.

sábado, 23 de octubre de 2010

PERDIDO EN EL CORAZON DE ITIXINA (o como querer llegar a Kargaleku y acabar en Aitxkorrigain)

Segunda incursión en Itxina, esta vez más ambiciosa, pretendía cruzarla desde el ojo de Axular hasta Kargaleku, pero pasando por la cueva de Supelegor, y subiendo a las cimas centrales de Itxina.

Bueno, esa era la idea, al final un auténtico desastre, que me hizo acabar en la otra punta de Itxina. Volveré. Más que nada por el orgullo herido de haberme perdido de forma tan miserable.

Cojo el coche y me dirijo a Pagomakurre. A este enclave se llega desde el pueblo de Villaro (Areatza). Un poco antes de la iglesia hay un desvío que indica parque natural de Gorbeia. Sólo resta subir la carretera que a ratos no está asfaltada. Desde Pagomakurre (area de recreo con aparcamientos) comienzan las rutas más sencillas a Gorbea, Lekanda, y la propia Itxina, bien desde las campas de Arraba, o por el ojo de Axular, que es por donde yo voy a acceder.

A las 10:00 hrs (impresentable para un montañero, pero como buenos pisakampas, no hemos madrugado después de los potes de la noche anterior) comienzo a andar, esta vez en solitario (a ver quién se me une a última hora y con el cuerpo no muy despejado), y sigo las indicaciones hacia Axular Atea (esta parte ya la conozco). El camino no tiene pérdida hasta que llegamos a una zona despejada, con la pared norte de Itxina, ya cercana. Aquí dejamos el camino que bajaría a Urgoiti y tiramos hacia la pared, sin pérdida posible. Allí está el ojo, impresionante ventana natural horadada en la roca, que conforma la más espectacular entrada al castillo de Itxina.



Una vez atravesado, se bajan unos cuantos metros hacia una vaguada pronunciada, y llegamos a un cartel, que indica Kargaleku (¿por qué no cogería el camino sencillo?), y otro hacia Supelegor. Yo cojo este porque quiero conocer la cueva. Y ojo, a partir de aquí, ni caso a la ruta, porque la sensación que tengo ahora, es que estuve dando vueltas en círculo y acabe total y miserablemente perdido en este mágico lugar.



Bueno, no voy a dar señas de la ruta porque no vale para nada. Tan sólo que durante gran parte del mismo seguí marcas rojas, en algún lugar me salí para completar alguna cresta y coroné alguna cima secundaria (¿cimas centrales de Itxina?), pero como no había buzón, no tengo ni idea. Hubo un buen rato que salí del bosque y estuve triscando por una zona kárstica sumamente complicada (siguiendo marcas, ojo). Finalmente aparecí sin saber como en la cueva de Supelegor, cuando ya había desistido llegar aquí, y creía que estaba mucho más cerca de la pared este. Luego seguí por otro camino, el cual, de nuevo para mi sorpresa, me deja en la cresta norte, con el Aitxkorrigain a tiro piedra, así que aprovecho la ocasión para coronarlo y este sí tenía buzón. Algunas fotos de rincones del laberinto de Itxina (el otoño ha llegado, pero aun no está en todo su explendor):






Desde la cresta, los árboles teñidos de amarillo y naranja, con el Oderiaga como fondo



Aixkorrigain desde vaya usted a saber donde



Y sin saber como después de muchas vueltas llego a la cueva de Supelegor (una de las moradas de la Dama de Anboto)



Y ya puestos en la cima de Aixkorrigain (la cima a la que no tenía intención de llegar):



Desde aquí me reoriento y decido poner fin a la excursión, pero aunque parezca fácil, de nuevo me complico la existencia; la cresta es impracticable, por los árboles que la salpican, y el camino no parece desembocar en Axular (¿o sí? a saber). Bueno, yo hice una mixta que me costó dios y ayuda sacar adelante, mixta entra caminos, o trazas de sendero, y cresta. Al final llegué al gran hito que marca la entrada de Axular Atea.



Dos últimas fotos de Anboto y el ojo de Axular (esta vez desde Itxina).




Excursión no del todo fallida (hice cima en Aixkorrigain y contemplé el comienzo del otoño en este parje único). Pero en cuestión de orientación, 0 patatero, y eso que me suelo orientar bien en el monte, y además llevaba brújula y mapa, pero hice más caso a mis sentidos que a lo que me decía la brújula (esta me decía que estaba haciendo un camino muy raro en todo momento).

Volveré.