A las 6 no ha roto el amanecer, partimos hacia el punto donde iniciaremos la ruta en la presa de Iondegorta. Según se sube el puerto de Barazar, se coge un desvío a la derecha hacia Lambreabe. Un entramado de pistas asfaltadas y cementadas suben hacia la presa. Menos mal que guía Alfredo. Yo sin duda hubiese comenzado a perderme aquí. A medida que subimos, la nieve hace acto de presencia, hasta que Alfredo me hace parar en una orilla de la pista donde hay espacio suficiente. Un poco más arriba, la nieve hubiese hecho imposible continuar, y no me hubiese gustado verme bajando marcha atrás.
Sona las 7 y cuarto, y empezamos a andar con los frontales puestos. Desde que subí al Aneto, hace ya más de 2 años, no había andado de noche. La temperatura es agradable, aunque se intuye que el viento va a soplar con fuerza más arriba. La oscuridad a medida que caminamos bajo las sombras de los árboles, el crujir de la nieve bajo las botas, los sonidos amplificados por la oscuridad, hace que las sensaciones sean de lo más auténtico que he vivido en la montaña.
Las fotos en las que aparezca yo me las ha cedido Alfredo.
La pista tiene algún momento de fuerte pendiente, hasta que llegamos a la presa de Iondegorta, donde hay un aparcamiento. Pero llegar hasta aquí en estas condiciones, si no es con todoterreno, sería bastante difícil. Un cartel del parque nos anuncia que no se puede seguir con vehículos. Tomamos esta pista, y al poco, llegamos a este desvío. Tomamos a la derecha (volveremos por la izquierda). La foto está tomada a la bajada, ya que cuando subimos aun no había amanecido.
La pista se convierte en camino, que asciende con fuerza. El alba comienza a romper. El Lekanda, a nuestra derecha, se muestra impresionante, iluminado con una espectral luz rojiza. Lamentablemente no pude sacar ninguna foto en ese momento, porque la cámara me está fallando bastante, y además tampoco había contraste suficiente, pero la imagen era preciosa.
Un poco más arriba salimos a un rellano, donde hay bastante nieve acumulada (Zenigorta). Pasamos al lado de una charca helada, ya con la impresionante pared norte del Aldamin sobre nosotros. No pude sacarla, pero sí a la charca, con el telón de fondo del Lekanda desde un poco más arriba:
Un poco después llegamos a una borda, donde aprovechamos para reponer energías:
Carámbonos y cara norte de Aldamin
La nevada ha sido importante:
Tras comer algo, cogemos el camino más directo hacia el paso de Dulau. En algunos puntos la nieve está muy dura, no como más abajo, donde nos hundíamos y nos ha costado un rato abrir huella:
Rompiendo el amanecer. Estas fotos con el fondo rojizo en días nublados, me encantan.
Lekanda (que preciosa estampa tiene este monte)
Pasamos a la otra vertiente de Dualau, donde el viento sopla con más fuerza. Pero al otro lado se calma. Estamos en el vallecito que sube entre Gorbeia y Aldamin, con una gran cantidad de nieve. Estos fueron los mejores momentos de la jornada, al menos para mi. Podríamos haber estado en cualquier gran cima pirenáica. Que sensaciones, el rato que subí por delante abriendo huella. Inolvidable
Pano
Llegando al collado Aldamiñospe, paramos a ponernos los pichos. Pareceque la cosa puede estar "dura" en la rampa final
10:00 hrs: GORBEIA. Por primera vez en invernal. Nunca había visto la cruz así
Otra de la cruz, ahora sin "bicho"
Y otra del Lekanda, desde luego muchísimo más estética que el Gorbeia.
Aldamin
Contrapicado a la cruz
Los pantanos de Alava, reflejando la mortecina luz del día
Alfredo bajo la cruz
El buzón, helado
El Anboto, con un buen paquete
No nos demoramos demasiado en la cima. Viento, frío... en fin, lo que ya empieza a ser habitual cada vez que visito esta cima. Bajamos al collado, y en lugar de bajar directos hacia el paso de Dulau, cogemos el vallecito que hay a la derecha. Un poco más abajo, vemos la cornisa de nieve que se ha formado justo debajo del collado
Bajamos por el vallecito (ideal para esquí de travesía)
Flanqueamos esa colina
Y volvemos al vallecito por el que hemos subido. Un par de montajes. Gorbeia:
Y Aldamin
El punto donde se cambia de vertiente, donde se acumula una gran cantidad de nieve, y donde sopla un viento yo creo que eterno (Gracias Alfredo, así he podido salir en varias)
Bajamos directos hacia la cabañas de Aldamiñape. Esa colina con lo que parece ser una estela, antes de llegar a las cabañas
Llegando a la cabañas (de nuevo gracias a Alfredo)
Reponemos fuerzas en las cabañas, a precario refugio del fuerte viento, y volvemos a bajar, ahora en dirección a Arimekorta.
El Lekanda. ¿cuantas fotos similare, y todas diferentes le habré sacado?
Bajando
Más Lekanda
Y más Aldamin
Pasamos cerquita del tejo de Arimekorta, uno de los árboles singulares de Vizcaya
Refugio dentro de un haya
Un poco más abajo, conectamos con la pista de subida, que nos lleva de vuelta al coche. Cerca de la presa se encuentran estas canalizaciones que bajan de la presa de Iondegorta
Llegamos al coche a las 12 y media aproximadamente. A la vuelta, Alfredo me hizo volver por la carretera del embalse de Undurraga, y me explicó las canalizaciones de las traidas de agua del Gran Bilbao, una auténtica obra de ingeniería de la que dependemos los habitantes de esta comarca (prácticamente de toda Vizcaya), pero que desconocemos los entresijos de todo el sistema.
Excursión fácil, se nos hizo un poco más largo de la esperado por el estado de la nieve. Todo el entorno estaba precioso, y aunque el día no acompañó del todo, la compañía indudablemente sí, de forma que pudimos compartir una excelente jornada mañanera.
Dejo el mapa con el croquis, sacado como casi siempre del IGN:
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