Peñalba de Lerdano no es la cima más alta de los montes de la Peña o Sierra de la Magdalena, abrupta elevación sobre la divisoria cantábrico-mediterranea que se eleva sobre el valle de Mena cerrándolo por el sur, y separándolo del valle de Losa. Divide también el mundo cantábrico del mediterraneo. Pero aunque no sea la más alta, honor que le cabe a la Peña Mayor, es probablemente la más individualizada e impresionante del conjunto de montañas.
Fácilmente accesible desde el sur, presenta una cara norte mucho más abrupta, y aunque el acceso es fácil, por uno de esas razones incomprensibles, se me ha resistido ya en dos ocasiones, haciéndomelo pasar realmente mal en una de ellas.
Fue en una semana santa del 2010 cuando intenté su ascenso por primera vez, por el portillo de Avellaneda, más complicado que el camino normal, pero a mi parecer asequible. Sin embargo lo embarrado del terreno, y el llegar a la fácil trepada final sin apenas agarre, me hicieron desistir en aquella ocasión. Fue una decisión de prudencia.
Bastante peor fue la cosa en septiembre del 2012, en aquella ocasión en solitario. Iba a subir por el portillo de Lerdano (subida más sencilla), pero perdí el sendero, y me acabe enriscando en la cara norte, en un tupidisimo y confuso bosque. Después de varios intentos, decidí volverme, pero fuí incapaz de encontrar el camino de vuelta. Estuve un buen rato dando vueltas por ese bosque colgado, hasta que finalmente di con los pasos. La verdad que ha sido la vez que he estado más cerca de pensar que me iban a tener que venir a rescatar.
Semana santa del 2015, decido intentarlo por tercera vez. Puedo llamar a Andres. Pero quiero ir solo. Esto ya es una cosa personal entre Peñalba de Lerdano y yo.
Siones, 9:30 de la mañana. La, probablemente, más bonita ermita del valle de Mena, Santa María de Siones.
Salgo por pista, y en seguida se cruza bajo las vías. En la segunda ocasión también seguí esta ruta.
Ferrocarril
La fuente. Ojo, que aquí cometí el gran error del día. Recordaba que la otra vez había ido a la izquierda. Pues bien, esta vez cogí la derecha, y seguí por pistas y caminos. Pero me iba demasiado al oeste. Me parecía imposible. E iba cogiendo todos los desvíos a la izquierda; todos los cuales invariablemente acababan en ninguna parte. Me empezaba a parecer un dejá vu.... ¿sería posible que por tercera vez me derrotase?
Al final después de haber subido unos 400 mts, decido volver a bajar perdiendo toda la altura, y volviendo a la fuente.
Salgo a terreno abierto, y ahí se ve mi objetivo, altiva, riéndose de mi error, y retándome a seguir intentandolo.
Per soy cabezón, y veo un sendero a la derecha que sube muy directo hacia el bosque.
Apenas entrado en el bosque encuentro otro sendero.... este sí.... creo que esta vez he dado con el sendero que sube al portillo de Lerdano.
Pero ayyyyy, creo que en el 2012 también subí por aquí, y en algún punto me perdí....
Voy prestando mucha atención al sendero para evitar perderme de nuevo
el sendero me lleva por parajes espectaculares
Hasta que salgo a un claro, y veo la sierra hacia el este. Parece que esta vez sí, he dado con el sendero "bueno" y no lo he perdido hasta el final.
Desde donde ya veo el ascenso final al Peñalba de Lerdano. La pared se salva bien por la izquierda
Portillo de Lerdano.... ¡¡¡por fin!!!
Mirada al sur, al valle de Losa
La cima ya al alcance de la mano.
Impresionantes los canales herbosos, inclinadísimos, que custodian la cima. Además el final es una pared de roca totalmente vertical.
Y ahí está: PEÑALBA DE LERDANO (1.244 MTS). Como todo lo que cuesta mucho, cuando lo consigues, lo valoras muchísimo más....
Otro canal
Vista al oeste, con Peña Mayor en primer término, y el Castro valnera, nevado, destacando a la derecha
Cresta hacía el este, el 5 dedos
Otra de las impresionantes canales
Pano desde la cima:
Castro Valnero con zoom (todavía bastante nieve)
Siones con su preciosa ermita
Y dejando en equilibrio la cámara (estuve solo casi todo el día, y también en la cima), un autorretrato
Final de la canal herbosa. Se aprecia la vertical pared. Tendría salida factible a la derecha. Pero hay que llegar por ese corredor y es inclinadísimo.
Otra más de la canal.
Volviendo hacia el portillo
Pese a la paliza que me he dado por la equivocación, decido seguir por la cresta, a ver hasta donde llego
Pero la cresta está muy rota, y me meto en la cara norte
Que recorre un bosque por el que se hace difícil transitar.
Vuelvo a la cresta. No es difícil, pero es farragosa de seguir. Mucho lapiaz, y también arbustos que dificultan el paso más que la misma roca
Cima de SAN MAMES (1.187 MTS)
pano parcial al norte
Vuelvo por la cresta
Pero al final me canso de batallar más con los arbustos que con la roca, y por esa brecha vuelvo al bosque de la cara norte
Inicio de la cresta hacia San Mames
De vuelta en el portillo, inicio el descenso. En esta zona el sendero estaba cortado por 3 grandes árboles derribados.
El camino discurre bajo la pared rocosa
En algún punto hay zonas abiertas, auténticos miradores
Valle de Mena con el Zalama al fondo
Ya casi abajo, el portillo de Avellaneda. Es ese hachazo en la pared. Tengo que volver a tentarlo de nuevo. Pero un día que esté totalmente seco
En esta ocasión he alargado la ruta, y bajo al Vigo, en lugar de Siones.
Bonita choza a los piés de la montaña
Peñalba de Lerdano. Se parecian perfectamente las canales herbosas, que concluyen en abruptas paredes de roca
Para acabar, panorámica del valle de Mena:
Ruta a priori sencilla, pero cuidado con perder el sendero. Lo digo por experiencia. Esta cara norte es muy poco amigable, y puede llegar a ser sumamente confusa. La continuación por cresta hasta San Mames, tampoco es difícil, pero es complicada de andar y también confusa. Al final me tiré por la cara norte, que tampoco es una autopista.
17 kms y 1300 mts de desnivel, pero hay que descontar 6 kms y unos 400 mts de desnivel por el error que cometí y que tuve que deshacer.
Croquis de la ruta sobre un mapa del IGN
Con esta ascensión me he quitado una espinita que tenía clavada desde hace tiempo.
Ayer 9/10/2015 subí yo por el Portillo de Avellanada. El primer autobus desde Bilbao no llega hasta las 12 del mediodía a Villasana de Mena, por desgracia, lo que te deja muy poco tiempo para desandar, si te equivocas en algún tramo o pierdes el camino. De ahí a pie hasta Anzo, media hora yendo rápido. Después de la iglesia de Anzo, se toma la carretera a la derecha y de nuevo otra vez la carretera asfaltada a la derecha, poco después. Cuando se llega a campo abierto y pasando alguna cerca, hay que tomar de nuevo a la derecha hasta alcanzar el cortafuegos, por el que se puede subir cómodo y bien. Está marcado con hitos hasta llegar al final del bosque cuando ya sólo queda por subir por una campa de hierbas largas, unos cien metros con mucha inclinación hasta llegar a la cueva de Santa Cecilia en la misma pared vertical rocosa. Hay un abrevadero de piedra, dentro de la cueva, que se abastece de goteras que caen del alto techo, donde las vacas vienen a beber. Cuando iba yo a entrar, salieron dos asustadísimas, corriendo como locas por el sendero de vacas que te lleva después hacia el oeste, unos 400 metros, donde está el Portillo. Pensé que iban a despeñarse e intenté calmarlas con mi voz; pero andan ellas mejor por el monte, corriendo, que nosotros andando.
ResponderEliminarLa subida por el Portillo de Avellanada, aunque es más corta que el paso por el Canal de la Jenduda en los Picos de Europa, es algo más difícil, al menos para mí, que aunque ando mucho por montes, porque estoy en paro y tengo tiempo, sólo tengo unos dos años de experiencia, a pesar de tener ya 61 años.
Hay un primer paso vertical de unos tres metros de altura, que si eres pequeño, como yo, te ofrece muy pocos agarres. Yo tuve que ponerme unos guantes finos porque estaba todo mojado del rocío que aún no había secado y todo muy frío por estar en la sombra. Las manos se me estaban congelando buscando los agarres entre la mezcla de roca y hierbas. Tuve que hacer cuatro intentos hasta conseguirlo y limpiar con mis manos la tierra resbaladiza que cubría el pedacito minúsculo de roca en el que se tenía después que apoyar mi pie izquierdo. Pasé algo de miedo, porque para ello no había más remedio que dar un pequeño salto hasta el siguiente agarre de hierba y tierra. La caída hubiera sido de sólo unos cuatro metros, pero con riesgo de darte con alguna otra roca circundante. No llevaba cuerda ni artilugio alguno y además estaba yo solo.
Se pasa después sin gran dificultad una canal de tierra-hierba, estrecha y con mucha inclinación hasta allegar a una especie de chimenea vertical de otros 3 o 4 metros de altura. Hay más agarres que en el paso anterior, pero más desnivel. Me costó bastante encontar la forma correcta de subirlo. De nuevo pasé algo de miedo, porque el descenso, era más complicado aún que la subida, si se ha de abandonar por no poder o no saber continuar subiendo. El tramo de subida es tan estrecho, que en un momento en que hay que girarse para tomar el único otro agarre posible; la mochila ligera que llevaba apenas me dejaba movimiento. No se puede pegar un salto de impulso por la estrechez del paso; pero encontré al girar con mucho cuidado, un apoyo auxiliar para impulsarme sin tirar el cuerpo para atrás.
(Continuación)
ResponderEliminarAl llegar arriba del todo seguí hacia el Este, hasta Tres Dedos y por toda la cresta hasta una barrera metálica, muy cerca del paso del túnel de la Complacera; por la que hay una bajada/subida por sendero marcado con hitos, realmente preciosa por entre el bosquecito, hasta llegar de nuevo a Anzo; que tiene así, ese pueblo, dos de las subidas más bonitas que se pueden hacer por los Montes de la Peña. Otra subida chula, aunque más fácil, es desde Cadagua o sus cercanías, por el Puerto de La Magdalena, hasta El Portillejos y después por la más árdua de andar, Peña Mayor.
Como tú, subir por el Portillo de Avellanada me costó dos fracasos previos. El primer fracaso fue por El Vigo. Tomé la pista mala y cuando regresé, después de varios kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, de andar en vano, ya no me quedaban ni el tiempo ni las ganas de emprender la cima de Tres Dedos. En el segundo fracaso, subí por un sendero a la izquierda del camino que te he indicado, desde Anzo, en vez de por el cortafuegos. El sendero termina de repente por completo a mitad de subida. Continué por entre el bosquecillo, subiendo entre los árboles y arbustos por la línea de máxima pendiente hasta llegar a la campa de hierbas altas muy mojadas de la lluvia del día anterior, cruzar la y tocar la pared vertical. Pero el paso hacia el Oeste, por allá arriba, entre salientes de roca, era bastante difícil con todo muy mojado. Bajé ligeramente a buscar algún sendero que al final no encontré porque simplemente no había ninguno por las inmediaciones. Eso sí, bajé sin problemas, por entre el medio del bosque, sin sendero ni señalización alguna con hitos. Si no hay mucha zarza tupida o mucho arbusto o mucho helecho, los caminos que tú mismo haces y eliges, de subida máxima o de bajada máxima, llevan, si no hay cortados verticales imposibles, siempre a Roma.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarNo soy yo quién repite los comentarios.Ignoro lo que está pasando.Borra los comentarios repetidos.
ResponderEliminarNo te proecupes Robin, ya lo arreglé.... a mi a veces también me pasa. Me alegro que lo consiguieras... yo aun lo tengo pendiente. Me tomo nota del otro camino de bajada. Tengoque volver a los montes de la Peña, aunque creo que antes de acometer el portillo de Avellaneda y el 5 dedos, voy a intentar la Peña Mayor por la Magdalena...
ResponderEliminarUn saludo y gracias