Al día siguiente no madrugamos en exceso. La jornada es un mero paseo de bajada a Trevélez para coger el coche. No echamos a andar hasta la 8:30 después de un desayuno como dios manda.
Adios Refugio de Poqueira.... hasta la próxima....
Despidiendonos del Veleta
Desde el refugio subimos por camino al alto del Chorrillo y el mirador de Trevelez
ALTO DEL CHORRILLO (2727 MTS), última cima de nuestra salida. Desde el refugio hemos subido unos 200 mts. No hemos tardado ni una hora.
Desde aquí la pista baja hacia el sur, hacia Capileira. Nosotros cogemos el sendero que baja hacia el este, hacia Trevelez.
Trevelez, aun muy abajo.
En la bajada una curiosa construcción. en el mapa de Alpina figura como casa del Chorrillo
Trevelez, nuestro destino
Mucho más cerca, aunque parece que la bajada no tiene fin (perdimos 1200 mts de desnivel en esta jornada).
Llegando a Trevelez
Aparecen las acequias
Y las fuentes de agua fresquísima
Atravesamos por un puente el barranco del río Chico
Y entramos en Trevelez, final de la travesía, poco después de las 11:00. Nos ha llevado la bajada (previa subida al alto del Chorrillo) algo más de dos horas y media... no está mal.
Unas fotos de Trevélez, donde nos dimos un homenaje de picas para celebrarlo
RESUMEN: 3 fantásticos días, en total unos 45 kms, y 3000 mts de desnivel positivo. El último día es un bonito paseo de bajada a Trevélez. Alcanzamos las cimas de las 3 principales cimas de sierra Nevada, todas ellas muy asequibles y fáciles desde donde las atacamos. Ninguna complicación. La opción de dormir en 7 lagunas, le da un añadido de aventura a la travesía. Y la noche en Poqueira viene muy bien para descansar de la paliza de los dos días anteriores.
Cuando en 2010 dejé sin completar esta ruta, me hacía especial ilusión haber hecho las 3 cimas más altas de Pirineos y las 3 más altas de Sierra Nevada; aquel año habíamos hecho Aneto y Posets, y en 2008 había hecho en solitario el Perdido. No pudo ser. En 2011 subí el Teide; ahora con estos 3 grandes, ya tengo los 7 más altos de España, quizás sea el momento para 2016 de empezar a plantearme otros retos, aunque la montaña da para muchísimo, y no todo es altura. El tiempo dirá que proyectos voy acometiendo, y que retos me planteo, mientras tanto, a seguir disfrutando de todo lo que nos ofrece estas maravillas de la naturaleza.
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