El valle del Jerte se encuentra en el norte de Caceres, encajonado entre las últimas estribaciones de Gredos al este, y la sierra de Bejar al oeste. Es un valle con climatología especial, lo que hace que la primavera sea especialmente bella, con los frutales, especialmente cerezos, en flor.
Me hubiese gustado más tiempo, pero hay que cumplir con la familia y hoy vuelvo a mi base en Toro, así que la ruta que realizaré es la de la Garganta de los Infiernos, que me permite conocer el curioso paraje de los Pilones.
Desde el Barco de Avila, me dirijo por la Nacional en dirección a Plasencia por el puerto de Tornavacas, y en unos 35 minutos llegó al campamento Carlos V, que se encuentra entre Jerte y Cabezuela del valle, donde a las 9 ya hay bastantes coches, aunque encuentro sitio para aparcar (más tarde debía de ser imposible).
Me informo un poquillo (voy sin mapa) en el cartel informativo, y tiro para arriba, con la idea de ir poco a poco, en función de como me responda la rodilla, lesionada levemente ayer.
La ruta era indicada como de 7 horas. Aunque me salte un pequeño tramillo, no es tan larga. Según he calculado en el ign, haría unos 15 kms y un desnivel de apenas 300 mts, lo que me llevó unas 4 horas aproximadamente (incluyendo una media hora en que me bañé en el río).
El camino perfectamente tallado en el terreno y acondicionado para todo tipo de visitantes
Un claro nos permite contemplar las montañas cercanas (sierra de Tormantos)
Es difícil perderse:
Postes indicativos a lo largo del camino, en este caso junto a un gran ejemplar de roble
El camino sube con suavidad
Desvío al mirador de la virgen
Vistas
Bajo por una pista, por no volver por el sendero por el que he subido (perfectamente indicada también), y en las inmediaciones de los Pilones, me encuentro con una calzada empedrada:
El río hace unas bonitas pozas (aun no son los Pilones).
En ese puente empiezan los Pilones
Los Pilones
Hasta aquí el paseo me ha llevado 45 minutos. Los pilones son unas curiosas formaciones, en forma de pozas (llamadas marmitas de gigante), formadas por la erosión del agua, y de las particulas en suspensión que lleva el río. Cuando baja con fuerza, se forman remolinos, y las pequeñas rocas y piedritas que lleva la corriente, van desgastando en forma circular la roca, formando esas curiosas marmitas
Luego me di cuenta. Mejor haber hecho la ruta al revés, porque casi al final llegas aquí, y te puedes dar un baño. A las 10 de la mañana si me liaba, podía dar por concluida la ruta. Así que seguí el camino, ahora sacando los Pilones desde lo alto:
Camino
Fuente de los pilones
Curiosas formaciones por la erosión
El camino gana altura, y tengo una vista privilegiada de ese tramo del río
En este tramo me encontré con otras dos fuentes
Refugio en la orilla opuesta y puente Sacristán
Gran hito (para no perderse)
A las 11 menos cuarto (hora y media), llego al paso de la Garganta chica o del Collado de las Yeguas
Pozas
En este punto podía haber ido a la derecha hacia el puente Carrasca, habiendo supuesto unos 2,5 kms más. No me di cuenta y cogí directo el camino del puente nuevo.
El camino sube hacia esas formaciones rocosas, y luego desciende hacia el puente nuevo (foto tomada una vez empezada la bajada)
Puente Nuevo o de Carlos V (11 y cuarto de la mañana)
Esa fue mi piscina particular
Puente y montaña
Tras media hora de parada, bañito incluido, retomo la marcha.
Piedra junto al camino:
Llego tras una breve subida al collado de las losas, donde comienza el descenso a Jerte:
Desvío (todo perfectamente señalizado)
Precioso sendero de descenso (que lamentablemente luego se convirtió en pesada pista)
Fuente de la Jarandilla (sin nada de agua)
Huertas de Jerte
Antes de entrar en el pueblo la pista gira a la izquierda, para volver a la Cabezuela (donde he aparcado el coche)
Este tramo final (aproximadamente media hora) es muy pesado.
Alguna foto de las huertas y dehesas del valle
Y una pano de la sierra de Candelario
Ruta muy sencilla. Al final me salieron unas 4 horas de marcha (incluidas paradas y la parada larga para tomar un baño).
Luego me di cuenta, y así se lo dije a una pareja que me encontré, pero lo haría al revés. Lo más aspero y tedioso al principio, con el premio final de los Pilones, donde es posible bañarse y pasar un rato entretenido, sabiendo que queda media hora hasta la Cabezuela. Si te entretienes al principio, en mi opinión, casi seguro, que ya no vas a seguir con la ruta.
La rodilla apenas me dio problemas, y es que en cuanto se calentó ni la noté. Luego en frío, sí me dio guerra. Pero no impidió que me fuese a los Pirineos un par de días, a seguir haciendo monte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario