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domingo, 22 de agosto de 2010

ANETO (3404 MTS) EL TECHO DEL PIRINEO

Poca presentación hay que realizar de este emblemático pico. El más alto de la cordillera. Se enclava en el valle de Benasque, lugar que tiene la mayor densidad de tresmiles del Pirineo; de hecho la imagen desde el valle es un poco claustrofóbica, rodeados de esas inmensas murallas de roca y nieve.

Pese a su altitud se puede considerar un pico "fácil", siempre teniendo en cuenta que se trata de un tresmil, y que hay que cruzar un glaciar, el más grande del Pirineo, aunque venido un poco a menos. Eso por las rutas normales; no sé como serán las rutas más difíciles.

Hay dos rutas fáciles para acometerlo, una que parte de la Besurta, por la cara norte y cruzando casi todo el glaciar: esta es la ruta conocida como normal. Luego está la de la cara sur, por el collado coronas, en la que se ahorra una parte importante de glaciar, pero al final hay que afrontar por él la zona más empinada; así que crampones y piolet obligatorios. Esta ruta del collado coronas comienza en el valle de Vallibierna, donde en verano hay un autobus especial que sube a los montañeros hasta aquí ahorrando unas dos horas de caminata por el valle. También hay otro bus en la Besurta que la une con Benasque (sólo en verano).

Y aprovechando la existencia de estos servicios, vamos a hacer una ruta que nos llevará al Aneto desde Vallibierna, y bajando por Besurta. Yo creo que es mejor hacerlo en este sentido: por un lado la parte más dura de la ascensión la haremos a la sombra (la ruta de Coronas pese a ser sur es muy sombría por las mañanas). Además el paso del collado es como poco "delicado" y mejor hacerlo de subida que no de bajada.

A las 4:30 suena el despertador y a las 5:00 cogemos el autobús que nos llevará a Vallibierna, todavía medio dormidos y sin desayunar (es lo que tiene levatarse a esas horas). La afluencia parece que va a ser alta, porque se anuncia un día excelente, y tienen que meter un segundo bus de refuerzo. A las 6:00 llegamos a Vallibierna, bajamos del bus y hace un frío del carajo. Andrés no puede entrar en calor. Así, que sin mucha parafernalia empezamos a andar para ver si se nos pasa el frío, siguiendo la romería de luces que ya empieza a serpentear por el camino. Yo llevo frontal, y mi compañero, pese a tener linterna, no la puede usar por el intenso frío.

El ritmos es alto gracias al gélido ambiente, y poco a poco va amanecinedo, pudiendo contemplar las primeras vistas de este precioso valle (lamentablemente poco vimos de Vallibierna, por el hecho de salir de noche).



Al de una hora llegamos al ibonet de coronas, y el amanecer comienza a teñir el cielo de rosas y azules pálidos



Y el ibonet se distingue en la tenue luz del amanecer



Tras una corta parada para desayunar (hemos empezado prácticamente en ayunas), seguimos subiendo; la subida es relativamente cómoda. Y poco a poco el sol va tiñendo las montañas



Llegamos al ibon inferior, donde Andrés se retrata por primera vez. Parece que ya se ha despertado del todo, y que se ha recuperado del frío del comienzo, aunque vamos muy abrigados



Un corto tramo de subida y alcanzamos el ibon del medio (el más grande), el cual se ha convertido en un gélido espejo: cualquiera se pega un bañito a estas horas, menuda debe estar el agua.



Seguimos subiendo, ahora ya en dura pendiente hacia el evidente collado que se dibuja todavía demasiado arriba. Tenemos que pasar un par de neveros, duros a estas horas, pero no nos ponemos el material (no vemos a nadie que se lo ponga por delante ni por detrás). La roca está helada, y en muchos tramos por donde baja el agua se ha formado hielo. Andrés no se percata de esto en una roca, resbala y cae con todo su peso. Afortunadamente sólo ha sido el susto, porque todavía no hay demasiado patio. Pero según vemos más arriba la cosa se va a poner más empinada. El susto nos hace ir con mucho más cuidado, comprobando siempre cada roca. Cuando queda poco para el collado saco una foto hacia el ibon y el valle



Accedemos al collado, y no acabamos de encontrar el paso. El paso fácil es por la izquierda del evidente pitón que se ve en la siguiente foto, pero un montañero que había pasado antes que nosotros, ha ido por la derecha, y nos metemos allí. Él ha pasado pero nosotros nos vemos incapaces, y nos toca destrepar (lo que menos me gusta), con bastante patio y roca muy descompuesta. Al final lo conseguimos, y encontramos el paso bueno, que una vez visto es bastante sencillo, pero hay que tener cuidado con no liarse. Aquí se ve el collado y el paso comentado que sería por la izquierda



Y llegamos a la parte alta del glaciar. Ya sé que ha perdido mucho en los últimos años, ya sé que está en decadencia, pero a mi, que no he visto demasiados glaciares y menos de tan cerca, me impresionó la cantidad de hielo y nieve acumulados. No sé, pero yo diría que en este punto tenía una altura de unos 5-6 metros de alto.



Pero pese a la altura, el acceso al mismo no es difícil, se remonta un poco por la pedrera y encontramos un caminito en la nieve ya hecho. Aquí estoy yo, y el acceso al glaciar al fondo



Al principio no hay desnivel, pero en seguida se lleva a una fortísima rampa, donde se enlaza con el camino que viene por la vía de la Besurta. Justo antes hay unas rocas, donde aprovechamos para ponernos los crampones. Andrés subiendo la fuerte pendiente con gran esfuerzo; lo cierto es que a esta altura costaba bastante respirar, y con el esfuerzo íbamos boqueando tratando de llenar los pulmones.



Tras la fuerte subida por la nieve queda sólo la última rampa de piedra. Nos quitamos los crampones y a por el Aneto. A las 11:00, después de 5 horas, alcanzamos la antecima y en principio nos damos por satisfechos. Para llegar a la cruz queda el archiconocido paso de Mahoma. Aquí sale Andres retratado con el mismo



Lo hemos hablado, y los dos estamos bastante convencidos de no pasar. Al final son unos 20 metros lo que nos separa de la cruz, pero en altura no creo que sean más de 4, así que a todos los efectos hemos hecho cima. En la jornada coincidimos con un grupo de catalanes, que hizo finalmente nuestra misma ruta, y varios de ellos también deciden no pasar. Pasa el rato, y decido asomarme en un momento en el que hay poca afluencia (el gran problema es este, es muy estrecho, y como hay cantidad de gente, al final es esto lo que crea más estress). El principio es claro, aunque con mucho patio a ambos lados. Luego llega un muro que se pasa bien a horcajadas, y una travesía con buenos agarres, que no me dió la sensación de tanto patio como lo anteior. Y luego un muro de unos 3 metros de alto vertical; pero sin patio, ya que hay como una especia de horcada. Así que sin darme cuenta sigo para adelante, y al final me veo en la cruz.



La verdad, me pareció mucho más complicado y arriesgado el paso de Coronas. Tras la foto vuelvo rápido porque veo que están preparando otra cordada (había otra en la cima) y no tengo ganas de encontrarme con ninguna. La vuelta igual, quizás el tramo más delicado sea el murete que se pasa a horcajadas, pero al final es cogerle el truco.

Vuelvo con Andrés y le digo que si quiere le acompaño porque lo veo muy fácil; al final decide que no, porque además justo se están cruzando las dos cordadas (esto es lo que veo peor de este paso, cuando te cruzas con gente). A todos los efectos ha ascendido el Aneto, aunque no haya pasado hasta la cruz. Aquí estoy yo con el paso como fondo:



Y algunas fotos desde la cima: continuación de la cresta hacia la Maladeta y la cresta de los Portillones



El Posets, que caería al día siguiente



Y el Vignemale, con su fabuloso glaciar: ¿podremos intentarlo el año que viene?



Comenzamos el descenso a las 12:00, tras ¡¡¡una hora en la cima!!! Generalmente no suelo entretenerme tanto, pero el Aneto bien lo vale. Según se baja, y justo antes de entrar en el glaciar se puede hacer la cima de la Punta Arenas Oliveras. Es un tresmil regalado, así que lo subimos, y nos hacemos las pertinentes fotos de cima




Volvemos al glaciar, donde nos ponemos los pinchos y para abajo. La nieve está perfecta para andar, salvo algún tramo de hielo ya al final. Andres en pleno descenso


Una pareja nos saca una foto con la Maladeta como fondo



Y una última mirada al Aneto



Salimos del glaciar y seguimos el camino rumbo al portillón superior. Aquí tiro hacia el portillón inferior, en lugar de remontar el camino hacia el superior (creo que es el camino más fácil que sigue casi todo el mundo). A partir de aquí se entra en una caótica zona de derrubios, que hay que ir sorteando con cuidado y paciencia (todo por no remontar unos 20 metros). Cuando llegamos al portillón inferior, paramos para comer (algo hemos comido en la cumbre, pero esta es la comida fuerte del día). El pico del portillón inferior:



Y desde este portillón, donde también paramos un buen rato, se nos ofrecen imagenes como la siguiente, las cuales nos hacen recordar que pintamos nosotros desafiando esta inmensidad



Ya sólo queda descender primero hasta el refugio de la Renclusa y media hora más, hasta la Besurta, donde esperar el bus. El descenso atraviesa parajes idílicos, tan sólo una pequeña muestra




Llegamos a la Besurta a las 16:30, tras 10 horas y media de travesía, con paradas incluídas, y la parada de cima que fue de una hora. Mientras esperábamos, nos tomamos un katxi de cerveza con limón, que nos supo a teta. Toda la travesía coincidimos con un grupo de catalanes, con los que volvimos a Benasque. Uno de ellos, que parecía que se conocía mejor el valle que su propia casa, me estuvo indicando lugares que podíamos ver en los siguientes días, y por donde era mejor atacar a nuestros próximos objetivos. Una última foto del valle, con el Perdiguero dominándolo desde su altura (caería tres días después).



Travesía larga y con un fuerte desnivel. Haciendo ida y vuelta desde Besurta no tiene complicación, siempre que se lleve material para el glaciar, claro; y el paso de Mahoma, que no es obligatorio hacerlo. Por Coronas, el paso del collado me parece como mínimo delicado, y la verdad que más peligroso que el propio paso de Mahoma, si no fuera por la masificación de este. Croquis de la travesía:

1 comentario:

  1. Rafa, buen reportaje tío. No dirá tu Sra. que lo tuyo es un vicio caprichoso. Un saludo a todos.
    Paco Calvo

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