Cogemos el tren, con el mismo camino que el día que vinimos, el recorrido del Gothard Panorama, aunque esta vez el tren era normal. En Andermatt hicimos el trasbordo, y aunque teníamos la posibilidad de coger otro tren panorámico, el Glacier Express, que une Saint Moritz con Zermatt. Nosotros cogimos un tren normal.
Fotos desde el tren.
El viaje se me hizo un poco tostón, sobre todo entre Oberwald y Brig, en que el tren paraba en un pueblito cada dos minutos. Se me hizo eterno. Además el paisaje no pudimos admirarlo demasiado. Día nublado y gris, aunque en Lugano estaba totalmente despejado.
Los Alpes al fondo, pero sin dejarse ver completamente.
Llegamos a Zermatt, ciudad (porque es una ciudad pequeña, pero no se puede decir que sea un pueblo) encantadora, donde no pueden circular vehículos a motor. Todos son eléctricos. Me costó conseguir que bajasen del hotel a buscarnos. Pero luego me enteré. Hay un teléfono en la estación, que contacta marcando un código con cada hotel de Zermatt. Y gratis.
En el hotel. Desde el balcón de la habitación. Allí al fondo, debería aparecer la más bella de las montañas. Pero es muy tímida, y me da que no va a dejarse ver.
Bajamos al centro (nada, en 5 minutos estabamos). Aunque solo con vehículos eléctricos, había que tener un poco de cuidado con ellos. Y con las bicis....
El día parece que quiere despejar, pero no termina de decidirse.
Sí. Allí se ve el arranque de la famosísima arista, pero más arriba... nubes y nubes... Me consuelo pensando que aun me quedan dos días enteros para poder verlo.
En el puente de la calle de la iglesia. Todo el pueblo está dividido por el rio Gorner
En el puente, esperando que se deje ver.
Nada. Que no hay forma.
Torre de la iglesia
Bancos que incitan a echar la siesta.
Cementerio de montañeros, junto a la iglesia. Impresionaba un poco.
Fuente esculpida en madera
Fuente de las marmotas, junto al museo del Matterhorn.
Hemos visto una cruz, y Danel quiere subir. Hacia ella vamos, subiendo poco a poco, primero por calles, luego por senderos.
Un bonito rincón antes de la subida final.
Ultimo repecho.
Vistas de Zermatt
La cruz.
Vistas hacia el sur.
Continuación del camino. Pero empieza a llover. Hoy no vamos a ver la Roca.
Allí arriba se ve la cruz en la que hemos estado.
En la calle principal, habia placas de los primeros conquistadores del Cervino, como si del paseo de la fama se tratase.
De vuelta en el hotel. Primeras horas en Zermatt, que nos ha parecido precioso, pero sin noticias del Cervino, que se ha escondido detrás del velo de las nubes.... veremos mañana si se deja ver.
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